18.7.16

Literatura infantil en la Ludoteca

Música y literatura infantil en la Ludoteca


Música infantil:


La música es un elemento fundamental en las primeras etapas de desarrollo de los niños, y debe ser tenida en cuenta como algo a trabajar tanto en la educación formal como no formal.
 
La música les ayuda a lograr autonomía en sus actividades habituales (al moverse de un lugar a otro de la clase cuando escuchan música, al manipular objetos sonoros, construirlos..), asumir el cuidado de sí mismos y del entorno (al tratar adecuadamente los instrumentos musicales que se encuentran en la clase), ampliar su mundo de relaciones (al cantar en grupo, inventar historias, contar cuentos con música), etc.

Con edades tempranas la música les encanta. Les da seguridad emocional, confianza; se sienten comprendidos al compartir canciones; amplían su mundo de relaciones sociales ofreciéndoles la posibilidad de participar en contextos distintos y más diversos que los habituales; favorece un clima de ayuda, colaboración, aceptación, respeto a la diversidad, etc...
 
En los primeros años el campo de su experiencia se limita al entorno inmediato (aquello que pueden observar y manipular). Con la música van adquiriendo autonomía en sus desplazamientos (bailan, corren saltan), desarrollan la capacidad de simbolización, y así su campo de experiencia se va ampliando.

La sensibilización audioperceptiva y la coordinación progresiva de los movimientos de todas y cada una de las partes del cuerpo, proporcionarán a los niños las primeras vivencias acerca de los elementos musicales y les llevarán a expresarlas a través de ruidos, sonidos, canciones y danzas...
 
 

Literatura infantil:


La literatura infantil, en sus inicios, sierva de la pedagogía y de la didáctica, se dirigía al niño escolar según criterios meramente escolares basados en el rendimiento, en la conducta, en la capacidad de adecuarse al modelo educativo. Entre los siglos XVII y XVIII nacen las primeras escuelas populares, fruto último de las revoluciones democráticas y de la industrialización. Hacen falta libros para esas escuelas; libros para «los hijos del pueblo». Les enseñarán las virtudes indispensables para las clases subordinadas; la obediencia, la laboriosidad, la frugalidad, el ahorro. La literatura infantil es uno de los vehículos de la ideología de las clases dominantes en estas épocas.

Los libros para los niños de nuestro siglo no pueden aparentar que el siglo no existe y que no transcurre, que no es acorde con su entorno. Un buen libro para los niños de hoy debe ser un libro que sintonice con el calendario y con sus problemas, además que les haga desarrollar la imaginación y la creatividad. Por esto, es importante que los niños que adolecen alguna discapacidad puedan encontrarse a sí mismos en la literatura infantil, ver ilustraciones y leer textos sobre niños como ellos, sobre su vida, sus problemas, sus sentimientos. Y es importante que los demás niños se familiaricen con seres con alguna discapacidad. De esta manera, a través de la literatura infantil se facilitarán los procesos de integración social.

El niño, desde pequeño, debe acostumbrarse a buscar entretenimiento en los libros de cuentos y poesías, y en los trabajos intelectuales según su estadío. Esta labor debe ser potenciada desde la propia familia hasta los profesores, animadores o monitores que desarrollen cualquier actividad con los niños. Debe formar parte de su desarrollo integral.

Existe mucha evidencia para demostrar que las familias que le dan importancia a la lectura, escritura, y a la forma de hablar, ofreciendo amplias y calurosas oportunidades para la lectura de libros de cuentos, tienden a crear hijos que desde muy temprano son niños competentes en la lectura. Es fácil ver por qué es esencial que las familias y los demás encargados del cuidado de los niños, se esmeren en crear un ambiente donde se goce de las lecturas y donde se compartan los libros.

Para una literatura infantil que no caiga sobre los niños como un peso externo o como una tarea aburrida, sino que salga de ellos, viva con ellos, para ayudarlos a crecer y a vivir más arriba, tendríamos que conseguir relacionar íntimamente estos tres sustantivos: imaginación-juego-libro, y esta tarea puede y debe ser tratada en la Ludoteca...



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