ALCOHOLISMO:
Es el término médico que se usa para designar las lesiones patológicas que se producen en el organismo a consecuencia del consumo de alcohol durante largos períodos de tiempo.
Estas son algunas definiciones del término «alcoholismo», que nos ayudarán a determinar el alcance de dicha patología:
- Keller (1960): «Enfermedad crónica que se manifiesta por el hábito de beber repetidamente de tal forma que se deduce que el bebedor se perjudica su salud y su funcionamiento social y económico».
- Jellineck (1960): «Cualquier uso de bebidas alcohólicas que cause cualquier daño al individuo, a la sociedad o a ambos».
- OMS (1952): «Alcohólicos son aquellos bebedores excesivos cuya dependencia al alcohol a alcanzado un grado tal que presentan notables trastornos mentales o interferencias con su salud mental o física, con sus relaciones interpersonales y su funcionamiento social económico, o bien tienen signos claros de la tendencia a orientarse hacia tales síntomas. Es por este motivo que dichas personas requieren tratamiento».
- Los manuales de diagnóstico (DSM-III-R; DSM-IV; CIE-10): Distinguen entre el bebedor que abusa y el bebedor dependiente del alcohol. Para ello se basa en unos criterios específicos.
La Organización Mundial de la Salud considera que son alcohólicos aquellos bebedores excesivos cuya dependencia al alcohol ha causado perjuicios importantes en la salud mental o física, en su funcionamiento social, laboral y económico, requiriendo estas personas tratamiento.
Por tanto, el alcoholismo se produce por la ingesta excesiva, habitual o intermitente de bebidas alcohólicas que, por su uso continuado llega a producir dependencia en la persona que lo consume, bien de carácter físico o psíquico y que se manifiesta clínicamente por consecuencias físicas, psíquicas o sociales. Se trata de una enfermedad crónica y progresiva.
El alcoholismo es una de las enfermedades más graves que una persona puede sufrir, y su patología una de las más importantes de la Medicina.
Además existen en ella todas y cada una de las de las características de cualquier enfermedad, ya que existe un agente que la produce (el alcohol), mecanismo por el que actúa el agente o causa (aprendizaje, tolerancia y dependencia), funciones orgánicas alteradas (intoxicación y desnutrición por desplazamiento de sustancias esenciales para la nutrición, sobre todo las vitaminas), una sintomatología (Clínica: con alteraciones de la salud física y psíquica. Exploratoria: mediante analítica, radiología, etc.), un proceso evolutivo (hacia la adicción y la muerte o hacia la rehabilitación a través de la abstinencia) y una epidemiología (existe a través de la historia una incidencia registrada en la población y en la actualidad nos encontramos en una situación endémica).
Por otra parte, la actuación frente a la enfermedad alcohólico/a es idéntica a la que se realizaría en términos generales ante cualquier enfermedad:
- Un diagnóstico.
- Un pronóstico.
- Un tratamiento: desintoxicación, deshabituación y tratamiento de la apetencia.
- Una rehabilitación.
-Una reorganización madurativa de la personalidad, mediante psicoterapia, fundamentalmente en grupo.
- Una reinserción social del individuo.
Edgard y Gross (1976) enumeraron los siguientes síntomas para conceptualizar, lo que denominaron «síndrome de dependencia alcohólica»:
1. Síntomas psicobiológicos: Tolerancia, síntomas de abstinencia y reinstauración del síndrome tras volver a beber.
2. Síntomas conductuales: Representados por una disminución de los patrones de bebida.
3. Síntomas subjetivos o equivalentes a «dependencia psicológica»: Dificultad para controlar la bebida, el deseo de beber y el alcohol se convierte en el eje de la vida del sujeto.
La definición de alcoholismo (DSM54 -III-R, DSM-IV de la APA55 y CIE-1056 de la OMS) viene determinada por la distinción entre «abuso» y «dependencia» del alcohol.
Es el término médico que se usa para designar las lesiones patológicas que se producen en el organismo a consecuencia del consumo de alcohol durante largos períodos de tiempo.
Estas son algunas definiciones del término «alcoholismo», que nos ayudarán a determinar el alcance de dicha patología:
- Keller (1960): «Enfermedad crónica que se manifiesta por el hábito de beber repetidamente de tal forma que se deduce que el bebedor se perjudica su salud y su funcionamiento social y económico».
- Jellineck (1960): «Cualquier uso de bebidas alcohólicas que cause cualquier daño al individuo, a la sociedad o a ambos».
- OMS (1952): «Alcohólicos son aquellos bebedores excesivos cuya dependencia al alcohol a alcanzado un grado tal que presentan notables trastornos mentales o interferencias con su salud mental o física, con sus relaciones interpersonales y su funcionamiento social económico, o bien tienen signos claros de la tendencia a orientarse hacia tales síntomas. Es por este motivo que dichas personas requieren tratamiento».
- Los manuales de diagnóstico (DSM-III-R; DSM-IV; CIE-10): Distinguen entre el bebedor que abusa y el bebedor dependiente del alcohol. Para ello se basa en unos criterios específicos.
La Organización Mundial de la Salud considera que son alcohólicos aquellos bebedores excesivos cuya dependencia al alcohol ha causado perjuicios importantes en la salud mental o física, en su funcionamiento social, laboral y económico, requiriendo estas personas tratamiento.
Por tanto, el alcoholismo se produce por la ingesta excesiva, habitual o intermitente de bebidas alcohólicas que, por su uso continuado llega a producir dependencia en la persona que lo consume, bien de carácter físico o psíquico y que se manifiesta clínicamente por consecuencias físicas, psíquicas o sociales. Se trata de una enfermedad crónica y progresiva.
El alcoholismo es una de las enfermedades más graves que una persona puede sufrir, y su patología una de las más importantes de la Medicina.
Además existen en ella todas y cada una de las de las características de cualquier enfermedad, ya que existe un agente que la produce (el alcohol), mecanismo por el que actúa el agente o causa (aprendizaje, tolerancia y dependencia), funciones orgánicas alteradas (intoxicación y desnutrición por desplazamiento de sustancias esenciales para la nutrición, sobre todo las vitaminas), una sintomatología (Clínica: con alteraciones de la salud física y psíquica. Exploratoria: mediante analítica, radiología, etc.), un proceso evolutivo (hacia la adicción y la muerte o hacia la rehabilitación a través de la abstinencia) y una epidemiología (existe a través de la historia una incidencia registrada en la población y en la actualidad nos encontramos en una situación endémica).
Por otra parte, la actuación frente a la enfermedad alcohólico/a es idéntica a la que se realizaría en términos generales ante cualquier enfermedad:
- Un diagnóstico.
- Un pronóstico.
- Un tratamiento: desintoxicación, deshabituación y tratamiento de la apetencia.
- Una rehabilitación.
-Una reorganización madurativa de la personalidad, mediante psicoterapia, fundamentalmente en grupo.
- Una reinserción social del individuo.
Edgard y Gross (1976) enumeraron los siguientes síntomas para conceptualizar, lo que denominaron «síndrome de dependencia alcohólica»:
1. Síntomas psicobiológicos: Tolerancia, síntomas de abstinencia y reinstauración del síndrome tras volver a beber.
2. Síntomas conductuales: Representados por una disminución de los patrones de bebida.
3. Síntomas subjetivos o equivalentes a «dependencia psicológica»: Dificultad para controlar la bebida, el deseo de beber y el alcohol se convierte en el eje de la vida del sujeto.
La definición de alcoholismo (DSM54 -III-R, DSM-IV de la APA55 y CIE-1056 de la OMS) viene determinada por la distinción entre «abuso» y «dependencia» del alcohol.
- DSM-IV:
Incluye, como decíamos antes, el alcoholismo dentro de los trastornos del uso de sustancias, caracterizándolo por síntomas fisiológicos, conductuales y cognitivos que indican que el sujeto continúa con el uso de la sustancia.
Se diferencian estos trastornos en:
- TRASTORNOS POR CONSUMO DE ALCOHOL:
- Dependencia del alcohol.
- Abuso del alcohol.
- TRASTORNOS INDUCIDOS POR ALCOHOL:
- Intoxicación.
- Síndrome de abstinencia.
- Delirium por intoxicación.
- Delirium por abstinencia.
- Demencia.
- Trastornos amnésicos.
- Trastornos psicóticos.
- Trastornos del estado de ánimo.
- Trastornos de ansiedad.
- Disfunciones sexuales.
- Trastornos del sueño.
Se enumeran nueve criterios específicos de los que al menos tres de ellos deben estar presentes para el diagnóstico de dependencia de sustancias psicactivas (alcohol):
1. Sustancia tomada a menudo en grandes cantidades durante un periodo de tiempo superior al que la persona se había propuesto.
2. Deseo persistente de la sustancia, o bien uno o más esfuerzos inútiles a la hora de dejarla o de controlar sus consumo.
3. Gran cantidad de tiempo empleado en actividades necesarias para obtener la sustancia ( por ejemplo, robo), consumirla o recuperarse de sus efectos
4. Frecuentes intoxicaciones o síntomas de abstinencia, cuando hay que desempeñar las obligaciones laborales y /o académicas.
5. Renuncia y reducción de actividades sociales, ocupacionales y recreativas importantes a causa de la sustancia.
6. Consumo continuado a pesar del conocimiento de que los problemas físicos, psicológicos y sociales persistentes o recurrentes, estén causado o exacerbados por el uso de sustancias.
7. Marcada tolerancia y necesidad de incrementar la sustancia (al menos en un 50 % para conseguir una intoxicación o el efecto deseado.
8. Síntomas de abstinencia característicos.
9. La sustancia se consume para disminuir o evitar los síntomas de abstinencia.
En el caso del diagnóstico por abuso de sustancias psicoactivas, el tener uno de los siguientes criterios, con una persistencia de al menos un mes o una ocurrencia a lo largo de un periodo de tiempo, es suficiente para ser englobado en esta categoría:
1. Consumo continuado de la sustancia a pesar de conocer que la persistencia o ocurrencia de problemas físicos, ocupacionales y sociales son causados por el uso de sustancias psicoactivas.
2. Consumo recurrente en situaciones en las que es físicamente peligrosa, por ejemplo conducir intoxicado.
- CRITERIOS CIE 10:
Esta clasificación de la OMS (1988) sustituye el término alcoholismo por el de una categoría única a la que se denomina «trastornos mentales y conductuales debido al consumo de sustancias psicoactivas»:
- Intoxicación aguda.
- Consumo perjudicial.
- Síndrome de dependencia.
- Síndrome de abstinencia.
- Síndrome de abstinencia con deliruim.
- Trastorno psicótico.
- Síndrome amnésico.
- Trastorno psicótico residual y de comienzo tardío inducido por el alcohol.
- Otros trastornos mentales y del comportamiento.
- Trastorno mental o del comportamiento sin especificación.
Las categoría propuestas para el diagnóstico, en este caso, son seis, de las que al menos tres de ellas deben haber estado presente, bien en algún momento, bien de un continuado en los doce meses anteriores:
1. Deseo intenso o vivencia de una compulsión a consumir el alcohol.
2. Disminución de la capacidad para controlar el consumo de alcohol.
3. Síntomas somáticos o de un síndrome de abstinencia cuando el consumo de la sustancia se reduce o cese, o se consume la sustancia con la intención de aliviar o evitar los síntomas de abstinencia.
4. Abandono progresivo de otras fuentes de placer o diversiones a causa del consumo de alcohol, aumento del tiempo necesario para obtener o ingerir la sustancia o para recuperarse de sus efectos.
5. Tolerancia, se requiere un aumento progresivo de la dosis de la sustancia para conseguir los mismos efectos que originalmente producían dosis bajas.
6.Persistencia en el consumo de sustancia a pensar de sus evidentes consecuencias perjudiciales, tales como daños hepáticos, estados de ánimos depresivos o deterioro cognitivo.
Prevención en centros educativos
El Ministerio del Interior (Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas) recoge que el marco escolar tiene una serie de características que facilitan su papel central, en cualquier iniciativa de promoción de la salud en una sociedad:
- La escuela llega a la práctica totalidad de los niños/as y a la mayor parte de los adolescentes.
- En la edad escolar es cuando se configuran los hábitos y las conductas que se ejercitarán a lo largo de la vida.
- En la edad escolar se está en una actitud receptiva a toda clase de conocimientos y enseñanzas.
- El profesorado está vocacional y profesionalmente orientado, y preparado específicamente, para facilitar estos aprendizajes.
Por todo ello, la escuela, y todo el sistema educativo en su conjunto, es un recurso para el cambio que no se puede desdeñar. Entre los objetivos de la educación en su relación con las drogas, recogemos los siguientes:
Objetivos de la educación sobre drogas:
1. Difundir conocimientos mínimos imprescindibles sobre las drogas, sus efectos y la problemática asociada a este fenómeno entre la comunidad escolar (alumnos/as, alumnas, padres / madres y comunidad en general).
2. Favorecer la comprensión del fenómeno de la dependencia y de sus consecuencias, a nivel individual (salud psíquica, física, problemas sociales) y colectivos (repercusiones sanitarias, económicas, problemas jurídicos, etc).
3. Investigar las posibles soluciones desde el medio escolar y proponer alternativas que cubran las necesidades insatisfechas que puedan propiciar el acercamiento a las drogas.
4. Desdramatizar el problema de las drogas dentro de la comunidad y combatir los mitos y tópicos más frecuentes sobre el fenómeno.
5. Establecer mecanismos para la formación de todas aquellas personas que por sus profesiones o labores en la comunidad puedan influir sobre la población más vulnerable.
6. Investigar la realidad social de los individuos o grupos humanos más expuestos a este problema (para adecuar estos objetivos genérales a las necesidades concretas) a fin de promover la reflexión crítica y facilitar el cambio personal y social.
7. Promover y alentar la participación de todos los agentes de la comunidad en el problema de las drogas.
8. La educación sobre drogas debe proporcionar la adquisición de habilidades para tomar decisiones, tomando en consideración la información sobre el fenómeno y la propia jerarquía de valores del individuo.
Para lograr la consecución de estos (ambiciosos) objetivos, los docentes deberán asumir la responsabilidad de su ejecución. En los centros educativos, previenen facilitando la existencia de un clima de relaciones que contribuya a la evolución y madurez de los alumnos. Serán estos docentes los que actúen como agentes de prevención primaria.
El Ministerio del Interior (Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas) recoge que el marco escolar tiene una serie de características que facilitan su papel central, en cualquier iniciativa de promoción de la salud en una sociedad:
- La escuela llega a la práctica totalidad de los niños/as y a la mayor parte de los adolescentes.
- En la edad escolar es cuando se configuran los hábitos y las conductas que se ejercitarán a lo largo de la vida.
- En la edad escolar se está en una actitud receptiva a toda clase de conocimientos y enseñanzas.
- El profesorado está vocacional y profesionalmente orientado, y preparado específicamente, para facilitar estos aprendizajes.
Por todo ello, la escuela, y todo el sistema educativo en su conjunto, es un recurso para el cambio que no se puede desdeñar. Entre los objetivos de la educación en su relación con las drogas, recogemos los siguientes:
Objetivos de la educación sobre drogas:
1. Difundir conocimientos mínimos imprescindibles sobre las drogas, sus efectos y la problemática asociada a este fenómeno entre la comunidad escolar (alumnos/as, alumnas, padres / madres y comunidad en general).
2. Favorecer la comprensión del fenómeno de la dependencia y de sus consecuencias, a nivel individual (salud psíquica, física, problemas sociales) y colectivos (repercusiones sanitarias, económicas, problemas jurídicos, etc).
3. Investigar las posibles soluciones desde el medio escolar y proponer alternativas que cubran las necesidades insatisfechas que puedan propiciar el acercamiento a las drogas.
4. Desdramatizar el problema de las drogas dentro de la comunidad y combatir los mitos y tópicos más frecuentes sobre el fenómeno.
5. Establecer mecanismos para la formación de todas aquellas personas que por sus profesiones o labores en la comunidad puedan influir sobre la población más vulnerable.
6. Investigar la realidad social de los individuos o grupos humanos más expuestos a este problema (para adecuar estos objetivos genérales a las necesidades concretas) a fin de promover la reflexión crítica y facilitar el cambio personal y social.
7. Promover y alentar la participación de todos los agentes de la comunidad en el problema de las drogas.
8. La educación sobre drogas debe proporcionar la adquisición de habilidades para tomar decisiones, tomando en consideración la información sobre el fenómeno y la propia jerarquía de valores del individuo.
Para lograr la consecución de estos (ambiciosos) objetivos, los docentes deberán asumir la responsabilidad de su ejecución. En los centros educativos, previenen facilitando la existencia de un clima de relaciones que contribuya a la evolución y madurez de los alumnos. Serán estos docentes los que actúen como agentes de prevención primaria.
LA EDUCACIÓN PARA LA SALUD:
La educación sobre las drogas debiera incluirse dentro del conjunto de actividades de educación para la salud, puesto que es una faceta de la misma.
En España, la Reforma educativa contempla la salud como tema transversal, haciendo referencia a un conjunto de contenidos con gran importancia social y con un fuerte componente actitudinal, que no pueden ser abordados desde una sola disciplina y precisan, para su tratamiento, de un enfoque que aglutine la aportación de diversas áreas del conocimiento.
También entiende la Educación para la Salud como compromiso vital de alumnos/as y profesores/as, respondiendo a las necesidades de la sociedad.
Esta integración del alcohol en el currículo se puede realizar de diversos modos, según dicta el Plan Nacional Sobre Drogas:
- UTILIZANDO UN PROGRAMA ELABORADO20 FUERA DE LA ESCUELA:
Eligiendo un programa en función de la disponibilidad de los materiales, la adecuación de sus objetivos, las posibilidades de nuestro profesorado y las ayudas externas o coordinaciones.
- ELABORANDO UN PROGRAMA PROPIO21:
No debemos olvidar que estas actuaciones deberán incluirse en el Proyecto Educativo del Centro (PEC) así como, de un modo más específico, en el Proyecto Curricular.
EL CURRICULUM OCULTO:
La efectividad de la educación sobre el alcohol no se conseguirá si nos ceñimos únicamente en el curriculum formal, debemos instruir en el desarrollo social, interpersonal y afectivo de los alumnos/as. Para lo que será necesario actuar desde las normas de compartimiento, actitudes y valores de profesores y alumnos/as en la escuela.
LAS RELACIONES CON LA FAMILIA Y EL RESTO DE LA COMUNIDAD:
Cuando se establece un programa de educación sobre el alcohol, la escuela debe tener en cuenta a todas las partes, para asegurar su eficacia.
La política de educación del centro debería ser conocida por toda la comunidad y en especial por los padres/madres para aprovecharse de sus observaciones o sugerencias.
La educación sobre las drogas debiera incluirse dentro del conjunto de actividades de educación para la salud, puesto que es una faceta de la misma.
En España, la Reforma educativa contempla la salud como tema transversal, haciendo referencia a un conjunto de contenidos con gran importancia social y con un fuerte componente actitudinal, que no pueden ser abordados desde una sola disciplina y precisan, para su tratamiento, de un enfoque que aglutine la aportación de diversas áreas del conocimiento.
También entiende la Educación para la Salud como compromiso vital de alumnos/as y profesores/as, respondiendo a las necesidades de la sociedad.
Esta integración del alcohol en el currículo se puede realizar de diversos modos, según dicta el Plan Nacional Sobre Drogas:
- UTILIZANDO UN PROGRAMA ELABORADO20 FUERA DE LA ESCUELA:
Eligiendo un programa en función de la disponibilidad de los materiales, la adecuación de sus objetivos, las posibilidades de nuestro profesorado y las ayudas externas o coordinaciones.
- ELABORANDO UN PROGRAMA PROPIO21:
No debemos olvidar que estas actuaciones deberán incluirse en el Proyecto Educativo del Centro (PEC) así como, de un modo más específico, en el Proyecto Curricular.
EL CURRICULUM OCULTO:
La efectividad de la educación sobre el alcohol no se conseguirá si nos ceñimos únicamente en el curriculum formal, debemos instruir en el desarrollo social, interpersonal y afectivo de los alumnos/as. Para lo que será necesario actuar desde las normas de compartimiento, actitudes y valores de profesores y alumnos/as en la escuela.
LAS RELACIONES CON LA FAMILIA Y EL RESTO DE LA COMUNIDAD:
Cuando se establece un programa de educación sobre el alcohol, la escuela debe tener en cuenta a todas las partes, para asegurar su eficacia.
La política de educación del centro debería ser conocida por toda la comunidad y en especial por los padres/madres para aprovecharse de sus observaciones o sugerencias.
ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN
De los conceptos señalados hasta ahora, se derivan distintas estrategias de intervención. Las más reconocidas son:
a) Estrategias Informativas: La información constituye un eslabón más en la educación preventiva del uso de drogas. Pero para que la información influya en un comportamiento debe englobarse en un proceso activo de aprendizaje, en el marco de un programa integral de prevención.
Las medidas en esta área serían:
-Promoción de campañas de información y sensibilización orientadas a poblaciones juveniles de riesgo en los espacios y horarios de diversión.
-Tratamiento adecuado de la imagen que se ofrece de los jóvenes en las campañas, siendo conscientes de que una imagen de éstos es más eficaz que la utilización de mensajes negativos o moralizantes.
-Asumir que los medios de comunicación son también un ámbito para la educación, aunque por el momento no estén desarrolladas todas sus posibilidades.
-Adecuada formación de los profesionales de los medios de comunicación.
b) Estrategias Formativas: Se trata de una forma de intervención que se centra en la formación integral del individuo con la intención de lograr que éste, por decisión y control propio, prescinda libremente del uso de drogas (aumento del autoconocimiento, clarificación de valores y asunción de responsabilidades).
c) Generación de alternativas: Normalmente el consumo de drogas cumple una determinada función para el individuo. Las alternativas sugeridas también debían ser numerosas y diversas, abarcando el ámbito de lo físico, lo sensorial, lo emocional, lo evolutivo, lo intelectual, lo social, etc. Estas alternativas, es aconsejable, que se centren en la identificación y generación de recursos propios frente ala oferta externa.
Se caracterizan porque la población diana suelen ser jóvenes entre 14 y 30 años que salen durante la noche los fines de semana, actividades atractivas adecuadas a los destinatarios y preventivos que doten a los jóvenes de competencias y limiten la disponibilidad de alcohol y otras drogas, parten de los recursos existentes en la comunidad.
d) Reducción de Daños y Riesgos: Medidas dirigidas a minimizar los efectos relacionados con el consumo de drogas.
Algunas de las actuaciones de este tipo promovidas en nuestro país:
- Ofrecer medidas de formación al sector de la hostelería, para que sepan actuar ante situaciones de riesgo en sus establecimientos y evitar el consumo de los menores.
- Detectar y tratar precozmente los problemas relacionados con el alcohol.
- Disuadir a los jóvenes de conducir vehículos bajo los efectos del alcohol, fomentando el uso de transporte alternativo.
LOS PROGRAMAS DE PREVENCIÓN
En el recorrido que venimos realizando, hemos tenido la oportunidad de hacer referencia a la relevancia de los programas de Prevención y por ende de su correcta programación, implantación y evaluación. Ha llegado el momento, de conocer con mayor amplitud los entresijos de estos.
Con la aprobación por la Comisión Interautonómica del Plan Nacional sobre Drogas de los «Criterios básicos de intervención de los programas de prevención», se han venido concretando una serie de estudios, documentos y medidas importantes para el impulso y la ordenación de la prevención en España entre los que podríamos destacar:
- Las investigaciones sobre las bases teóricas que sustentan los programas y sobre la evidencia científica en prevención (trabajos del profesor Becoña).
- La creación de instrumentos de registros nacionales y autonómicos, promovida por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas con la colaboración de los Planes Autonómicos sobre Drogas.
- La evaluación de programas, planteada en algún caso, como el programa «Construyendo Salud», con una perspectiva longitudinal.
- La configuración de bases de datos específicas de programas de prevención, como la desarrollada en España por «Idea Prevención» o en Europa por el OEDT y que se denomina EDDRA.
- El avance producido en los sistemas de información con la creación del Observatorio Español sobre Drogas en 1998.
- La experiencia sobre transferencia de buenas prácticas municipales impulsada por distintos organismos como la FEMP.
- Los numerosos proyectos de colaboración institucional como el alcanzado entre los Ministerios Sanidad, Educación e Interior para promover la educación para la salud en la escuela;
- La implicación creciente en la aplicación de programas preventivos de las organizaciones sociales más representativas del sector como Proyecto Hombre, UNAD, Cruz Roja, FAD, etc.
De los conceptos señalados hasta ahora, se derivan distintas estrategias de intervención. Las más reconocidas son:
a) Estrategias Informativas: La información constituye un eslabón más en la educación preventiva del uso de drogas. Pero para que la información influya en un comportamiento debe englobarse en un proceso activo de aprendizaje, en el marco de un programa integral de prevención.
Las medidas en esta área serían:
-Promoción de campañas de información y sensibilización orientadas a poblaciones juveniles de riesgo en los espacios y horarios de diversión.
-Tratamiento adecuado de la imagen que se ofrece de los jóvenes en las campañas, siendo conscientes de que una imagen de éstos es más eficaz que la utilización de mensajes negativos o moralizantes.
-Asumir que los medios de comunicación son también un ámbito para la educación, aunque por el momento no estén desarrolladas todas sus posibilidades.
-Adecuada formación de los profesionales de los medios de comunicación.
b) Estrategias Formativas: Se trata de una forma de intervención que se centra en la formación integral del individuo con la intención de lograr que éste, por decisión y control propio, prescinda libremente del uso de drogas (aumento del autoconocimiento, clarificación de valores y asunción de responsabilidades).
c) Generación de alternativas: Normalmente el consumo de drogas cumple una determinada función para el individuo. Las alternativas sugeridas también debían ser numerosas y diversas, abarcando el ámbito de lo físico, lo sensorial, lo emocional, lo evolutivo, lo intelectual, lo social, etc. Estas alternativas, es aconsejable, que se centren en la identificación y generación de recursos propios frente ala oferta externa.
Se caracterizan porque la población diana suelen ser jóvenes entre 14 y 30 años que salen durante la noche los fines de semana, actividades atractivas adecuadas a los destinatarios y preventivos que doten a los jóvenes de competencias y limiten la disponibilidad de alcohol y otras drogas, parten de los recursos existentes en la comunidad.
d) Reducción de Daños y Riesgos: Medidas dirigidas a minimizar los efectos relacionados con el consumo de drogas.
Algunas de las actuaciones de este tipo promovidas en nuestro país:
- Ofrecer medidas de formación al sector de la hostelería, para que sepan actuar ante situaciones de riesgo en sus establecimientos y evitar el consumo de los menores.
- Detectar y tratar precozmente los problemas relacionados con el alcohol.
- Disuadir a los jóvenes de conducir vehículos bajo los efectos del alcohol, fomentando el uso de transporte alternativo.
LOS PROGRAMAS DE PREVENCIÓN
En el recorrido que venimos realizando, hemos tenido la oportunidad de hacer referencia a la relevancia de los programas de Prevención y por ende de su correcta programación, implantación y evaluación. Ha llegado el momento, de conocer con mayor amplitud los entresijos de estos.
Con la aprobación por la Comisión Interautonómica del Plan Nacional sobre Drogas de los «Criterios básicos de intervención de los programas de prevención», se han venido concretando una serie de estudios, documentos y medidas importantes para el impulso y la ordenación de la prevención en España entre los que podríamos destacar:
- Las investigaciones sobre las bases teóricas que sustentan los programas y sobre la evidencia científica en prevención (trabajos del profesor Becoña).
- La creación de instrumentos de registros nacionales y autonómicos, promovida por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas con la colaboración de los Planes Autonómicos sobre Drogas.
- La evaluación de programas, planteada en algún caso, como el programa «Construyendo Salud», con una perspectiva longitudinal.
- La configuración de bases de datos específicas de programas de prevención, como la desarrollada en España por «Idea Prevención» o en Europa por el OEDT y que se denomina EDDRA.
- El avance producido en los sistemas de información con la creación del Observatorio Español sobre Drogas en 1998.
- La experiencia sobre transferencia de buenas prácticas municipales impulsada por distintos organismos como la FEMP.
- Los numerosos proyectos de colaboración institucional como el alcanzado entre los Ministerios Sanidad, Educación e Interior para promover la educación para la salud en la escuela;
- La implicación creciente en la aplicación de programas preventivos de las organizaciones sociales más representativas del sector como Proyecto Hombre, UNAD, Cruz Roja, FAD, etc.
Formacion a distancia toda España y
Latinoamerica