VIOLENCIA-BULLYING: PREVENCIÓN FAMILIAR
Es aquí donde aparece como prioritaria la planificación de una política familiar adecuada. Si la familia es la base de cualquier agrupación social, la familia debe ser el centro de las atenciones de la sociedad desde todos los puntos de vista. Aspectos como la urbanización, los transportes, la distribución de bienes, la participación política, etc., influyen en la vida familiar de cada día y no se pueden dejar de lado a la hora de querer dar una respuesta a la problemática de la inadaptación social. Una recta prevención familiar que vaya desde la información sobre el control de la natalidad, la higiene física y mental, la profilaxis de las enfermedades pre y postnatales, ... hasta aspectos educativos sobre la importancia de los padres en el desarrollo afectivo de los hijos, etc.
Importante es la información, la educación y los medios disponibles en materia de planificación familiar, pero también la necesidad de proteger y asistir a las víctimas de los abusos de violencia familiar o desarrollar programas de preventivos de marginación social.
La familia ha de jugar un papel clave en cada uno de los niveles de prevención:
En la prevención primaria:
La familia constituye la primera institución a tener en cuenta. Está claro que constituye la primera instancia socializadora: Son numerosos los autores que nos muestran la importancia de los primeros años de vida para el posterior desarrollo de la persona, ya que en la convivencia familiar se va formando la personalidad del niño.
En la prevención secundaria:
La familia es la primera en detectar los problemas de adaptación social y la primera, en principio, en dar una respuesta. Sin embargo, no hay que olvidar que los sujetos inadaptados suele proceder a su vez de familias con problemas del mismo tipo. La inadaptación reproduce la inadaptación. Se debería atajar el problema desde sus raíces más profundas. No se pueden olvidar todos los condicionamientos que envuelven a la familia marginal, como la pobreza y el paro, las condiciones de habitabilidad del hogar, la falta de cultura, los prejuicios, etc. Si las familias son multiproblemática, la respuesta habrá de pasar por una intervención educativa sobre el contexto familiar. Es aquí donde conviene tener en cuenta todos esos recursos que ayuden a la familia a cumplir con su papel educativo, desde la supervisión, la orientación y ayuda a domicilio hasta las guarderías y los servicios que sean más oportunos en función de las circunstancias.
En la prevención terciaria:
La familia puede colaborar con la escuela y con los centros especializados, cuando sea necesario, en la detección y tratamiento de cualquier problema de adaptación que pueda aparecer en sus hijos. Esta implicación ha de extenderse también al tratamiento de los problemas, tarea en la que fácilmente se desentiende por un mal planteamiento del trabajo especializado.
En una primera fase conviene hacer una buena recogida de datos significativos que nos permitan conocer en profundidad la realidad que abordamos. Debemos implicar a los dos progenitores por igual y, en cuanto a las relaciones dentro del grupo de hermanos, tener en cuenta cuestiones significativas como los sentimientos de rivalidad o celos, las comparaciones que se pueden establecer entre ellos mismos, las afinidades que pueden darse entre ellos, las diferencias de edad, etc. Conviene también tener en cuenta las relaciones sociales con otros grupos, si existe facilidad para entablar y conservar amistades, la madurez social para integrarse y adaptarse a diferentes situaciones y comportarse conforme a ellas...
Una vez establecida la valoración del caso, se ofrecerán las orientaciones oportunas. Aunque cada caso puede ser diferente, existen una serie de normas que pueden resultar útiles:
- La familia no puede pretender sustituir o hacer las veces del terapeuta o rehabilitador.
- Hay que conseguir igualdad de criterios y actitudes entre el la madre, el padre y los hermanos.
- Se tenderá a responsabilizar al niño en sus actos en la medida de sus posibilidades.
- La familia servirá de puente entre los diferentes profesionales si es que éstos trabajan en lugares diferentes.
- Hay que fomentar la autoestima del niño, revalorizando sus aspectos positivos y destacando lo que hace bien.
- Es básico que la familia siga las orientaciones del educador, sin excederse.
La familia es el ámbito por excelencia donde se nos quiere por lo que somos y simplemente por ser. El afecto familiar no se mide por intereses o aportaciones de unos miembros hacia otros, ni tiene en cuenta las cualidades o defectos para querer más o menos.
Ese clima cálido produce en los niños los primeros brotes de seguridad y confianza que les acompañarán en su vida de adultos. Si el afecto no se da, el niño crecerá inseguro, sin referencias o puntos de apoyo, lo que repercutirá en malformaciones futuras de su personalidad. Cuando un niño no está adaptado socialmente, casi siempre se encuentra la raíz del problema en carencias familiares.
La familia es el lugar más adecuado para empezar a explorar la vida. Por eso ha de existir confianza para comentar, preguntar o simplemente hablar. Es muy importante dedicar tiempo para hacerlo.
El ritmo de la sociedad actual nos empuja a veces a vivir con prisa y a apurar las necesidades materiales de los hijos; podemos quedarnos en ellas y olvidar que la tarea principal de los padres es educar. Educar implica dar, pero sobre todo darse, ofreciendo nuestro tiempo, escuchado, queriendo.
Aunque es importante que los padres se preocupen de preparase, la mejor fórmula para el éxito familiar es saber querer a los hijos. También la comodidad o incluso el egoísmo hacen que algunas veces suplamos con cosas materiales lo que sólo puede aportarse con nuestra presencia y cariño, sin olvidarse de lo positivo que en la vida familiar es el buen humor: reír juntos hace que se superen mejor las dificultades.
La familia debe ser escuela de valores, aprendiéndolos con las vivencias diarias. No se aprende lo que se enseña, se aprende lo que se vive y lo que se ve vivir. Todos los valores se pueden practicar en el seno familiar: se comparte, se es sincero, se ayuda, se vive con alegría, se cultiva el orden, se forma la voluntad... Y no debe faltar nunca la ilusión, la creatividad de poder sorprenderse unos a otros. Así, la familia será siempre nueva, haciendo que todos se encuentren a gusto en casa, sobre todo sintiéndose queridos para afrontar decididamente el futuro.
Es aquí donde aparece como prioritaria la planificación de una política familiar adecuada. Si la familia es la base de cualquier agrupación social, la familia debe ser el centro de las atenciones de la sociedad desde todos los puntos de vista. Aspectos como la urbanización, los transportes, la distribución de bienes, la participación política, etc., influyen en la vida familiar de cada día y no se pueden dejar de lado a la hora de querer dar una respuesta a la problemática de la inadaptación social. Una recta prevención familiar que vaya desde la información sobre el control de la natalidad, la higiene física y mental, la profilaxis de las enfermedades pre y postnatales, ... hasta aspectos educativos sobre la importancia de los padres en el desarrollo afectivo de los hijos, etc.
Importante es la información, la educación y los medios disponibles en materia de planificación familiar, pero también la necesidad de proteger y asistir a las víctimas de los abusos de violencia familiar o desarrollar programas de preventivos de marginación social.
En la prevención primaria:
La familia constituye la primera institución a tener en cuenta. Está claro que constituye la primera instancia socializadora: Son numerosos los autores que nos muestran la importancia de los primeros años de vida para el posterior desarrollo de la persona, ya que en la convivencia familiar se va formando la personalidad del niño.
En la prevención secundaria:
La familia es la primera en detectar los problemas de adaptación social y la primera, en principio, en dar una respuesta. Sin embargo, no hay que olvidar que los sujetos inadaptados suele proceder a su vez de familias con problemas del mismo tipo. La inadaptación reproduce la inadaptación. Se debería atajar el problema desde sus raíces más profundas. No se pueden olvidar todos los condicionamientos que envuelven a la familia marginal, como la pobreza y el paro, las condiciones de habitabilidad del hogar, la falta de cultura, los prejuicios, etc. Si las familias son multiproblemática, la respuesta habrá de pasar por una intervención educativa sobre el contexto familiar. Es aquí donde conviene tener en cuenta todos esos recursos que ayuden a la familia a cumplir con su papel educativo, desde la supervisión, la orientación y ayuda a domicilio hasta las guarderías y los servicios que sean más oportunos en función de las circunstancias.
En la prevención terciaria:
La familia puede colaborar con la escuela y con los centros especializados, cuando sea necesario, en la detección y tratamiento de cualquier problema de adaptación que pueda aparecer en sus hijos. Esta implicación ha de extenderse también al tratamiento de los problemas, tarea en la que fácilmente se desentiende por un mal planteamiento del trabajo especializado.
En una primera fase conviene hacer una buena recogida de datos significativos que nos permitan conocer en profundidad la realidad que abordamos. Debemos implicar a los dos progenitores por igual y, en cuanto a las relaciones dentro del grupo de hermanos, tener en cuenta cuestiones significativas como los sentimientos de rivalidad o celos, las comparaciones que se pueden establecer entre ellos mismos, las afinidades que pueden darse entre ellos, las diferencias de edad, etc. Conviene también tener en cuenta las relaciones sociales con otros grupos, si existe facilidad para entablar y conservar amistades, la madurez social para integrarse y adaptarse a diferentes situaciones y comportarse conforme a ellas...
Una vez establecida la valoración del caso, se ofrecerán las orientaciones oportunas. Aunque cada caso puede ser diferente, existen una serie de normas que pueden resultar útiles:
- La familia no puede pretender sustituir o hacer las veces del terapeuta o rehabilitador.
- Hay que conseguir igualdad de criterios y actitudes entre el la madre, el padre y los hermanos.
- Se tenderá a responsabilizar al niño en sus actos en la medida de sus posibilidades.
- La familia servirá de puente entre los diferentes profesionales si es que éstos trabajan en lugares diferentes.
- Hay que fomentar la autoestima del niño, revalorizando sus aspectos positivos y destacando lo que hace bien.
- Es básico que la familia siga las orientaciones del educador, sin excederse.
La familia es el ámbito por excelencia donde se nos quiere por lo que somos y simplemente por ser. El afecto familiar no se mide por intereses o aportaciones de unos miembros hacia otros, ni tiene en cuenta las cualidades o defectos para querer más o menos.
Ese clima cálido produce en los niños los primeros brotes de seguridad y confianza que les acompañarán en su vida de adultos. Si el afecto no se da, el niño crecerá inseguro, sin referencias o puntos de apoyo, lo que repercutirá en malformaciones futuras de su personalidad. Cuando un niño no está adaptado socialmente, casi siempre se encuentra la raíz del problema en carencias familiares.
La familia es el lugar más adecuado para empezar a explorar la vida. Por eso ha de existir confianza para comentar, preguntar o simplemente hablar. Es muy importante dedicar tiempo para hacerlo.
El ritmo de la sociedad actual nos empuja a veces a vivir con prisa y a apurar las necesidades materiales de los hijos; podemos quedarnos en ellas y olvidar que la tarea principal de los padres es educar. Educar implica dar, pero sobre todo darse, ofreciendo nuestro tiempo, escuchado, queriendo.
Aunque es importante que los padres se preocupen de preparase, la mejor fórmula para el éxito familiar es saber querer a los hijos. También la comodidad o incluso el egoísmo hacen que algunas veces suplamos con cosas materiales lo que sólo puede aportarse con nuestra presencia y cariño, sin olvidarse de lo positivo que en la vida familiar es el buen humor: reír juntos hace que se superen mejor las dificultades.
La familia debe ser escuela de valores, aprendiéndolos con las vivencias diarias. No se aprende lo que se enseña, se aprende lo que se vive y lo que se ve vivir. Todos los valores se pueden practicar en el seno familiar: se comparte, se es sincero, se ayuda, se vive con alegría, se cultiva el orden, se forma la voluntad... Y no debe faltar nunca la ilusión, la creatividad de poder sorprenderse unos a otros. Así, la familia será siempre nueva, haciendo que todos se encuentren a gusto en casa, sobre todo sintiéndose queridos para afrontar decididamente el futuro.
VIOLACION SEXUAL
Por violación sexual entendemos una agresión sexual con penetración entre dos personas adultas, en la que no hay consentimiento de una de las personas, y se la fuerza, intimida, amenaza; y cuando la víctima es menor o cuando tiene algún tipo de deficiencia psíquica que no le hace consciente del hecho.
Aunque parezca sorprendente nuestro código penal, no considera violación cuando hay penetración anal u oral, ni tampoco otras conductas vejatorias que no incluyen penetración, siendo éstas menos castigadas.
Consideramos violación cualquier agresión sexual que se da en condiciones de desigualdad, tanto física como psíquica, en la que se coarta la libertad de la persona, sea del mismo o de otro sexo, obligándole a realizar conductas sexuales que no desea, sean éstas cuales sean, forzando su intimidad, por lo que adquiere también un carácter social y personal. Dicha agresión puede producirse por parte de una persona conocida o no.
FALSAS CREENCIAS
Por violación sexual entendemos una agresión sexual con penetración entre dos personas adultas, en la que no hay consentimiento de una de las personas, y se la fuerza, intimida, amenaza; y cuando la víctima es menor o cuando tiene algún tipo de deficiencia psíquica que no le hace consciente del hecho.
Aunque parezca sorprendente nuestro código penal, no considera violación cuando hay penetración anal u oral, ni tampoco otras conductas vejatorias que no incluyen penetración, siendo éstas menos castigadas.
Consideramos violación cualquier agresión sexual que se da en condiciones de desigualdad, tanto física como psíquica, en la que se coarta la libertad de la persona, sea del mismo o de otro sexo, obligándole a realizar conductas sexuales que no desea, sean éstas cuales sean, forzando su intimidad, por lo que adquiere también un carácter social y personal. Dicha agresión puede producirse por parte de una persona conocida o no.
FALSAS CREENCIAS
Al igual que ocurría con los casos de abuso sexual, ante estos hechos también se producen falsas creencias:
- Creer que son conductas excepcionales, llevadas a cabo personas con graves trastornos psiquiátricos, cuando en realidad suelen ser personas normales, aunque con dificultades, como ya comentamos, e incluso socialmente respetables. Ello, no quiere decir, que no se den casos de psicópatas que violan a las mujeres y posteriormente las asesinan y descuartizan.
- Creer que son conductas excepcionales. Sin embargo, este hecho es más frecuente de lo que se piensa. Incluso, aquellos casos que se producen en el entorno de la víctima, son muchas veces silenciados y que no se denuncian.
- Creer que las violaciones se producen en las clases sociales más deprimidas y bajas, cuando la realidad tienen lugar en todos los estratos sociales.
- Creer que las mujeres, las que más frecuentemente son víctimas, son las verdaderas responsables, porque lo buscan, porque provocan a los hombres con su atuendo, sus actitudes, porque en el fondo lo desean. ¡Esto es una aberración!. Cualquier persona, mujer o no, está en su derecho de decir no a una relación sexual en cualquier momento, incluso aunque antes hubiese insinuado que le apetecía, o pareciese estar predispuesta, puede retractarse y decir no, y debe ser respetada su decisión. El hecho de creer que cuando dicen no, en realidad quieren decir sí, ocurre muchas veces cuando el agresor es un amigo o conocido, y es quizá la forma más frecuente en que se produce la violación.
- Creer que las mujeres se pueden resistir a su violador. Esto no es cierto, los hombres, que generalmente suelen ser los agresores, son más fuertes que las mujeres, sin olvidar, que muchas veces, la violación se produce bajo amenazas físicas o golpes.
- Creer que las mujeres son culpables, por haber provocado a su agresor. Las mujeres nunca son culpables, y por tanto, no deben sentirse así en ningún momento, aunque en ocasiones puede resultar difícil no llegar a sentirse así.
Suele ocurrir que este hecho no es denunciado por múltiples circunstancias: por miedo a la venganza del agresor, puesto que la víctima ha sido claramente amenazada; por vergüenza, o por temor al escándalo, si el agresor es alguien perteneciente a la familia o conocido; cuando la violación se produce en el matrimonio, probablemente junto a otro tipo de violencia física y psíquica, se hace aún más difícil la denuncia, e incluso trata de ocultarse junto con los otros signos de violencia.
La víctima suele tener fuertes sentimientos de culpabilidad, se siente sucia, vejada, incluso está aturdida, traumatizada, tiene miedo, suelen ser los efectos a corto plazo que le impiden acudir a presentar la denuncia a los juzgados y someterse al pertinente reconocimiento médico, imprescindible para identificar al agresor y tener pruebas para condenarle.
En cuanto a los efectos a largo plazo: muchas mujeres logran adaptarse y restablecer la normalidad en su vida y en sus relaciones. Aunque muchas otras sufren cambios importantes a nivel relacional, social, incluso al contacto con el propio cuerpo que les produce asco y/o rechazo. Dificultades en la relación de pareja y en su sexualidad.
ETAPAS DE LA ORIENTACIÓN PROFESIONAL:
Para facilitar su análisis hemos tomado como referente las clasificaciones realizadas por Álvarez González (1995) y por Valls Fernández (1998). Estas clasificaciones funcionan como espacios temporales delimitados en los que hemos situado los procesos sociales y los movimientos teóricos que han ido configurando la disciplina. En la selección de los acontecimientos más relevantes se ha tomado como referente el trabajo de Parra (2001).
La adaptación que proponemos distingue las etapas en la evolución de la Orientación Profesional que a continuación siguen:
1. Comienzos de la Orientación Profesional. Etapa observacional (1900- 1915).
2. Período de contrastes y maduración. Etapa empírica (1915-1950).
3. Expansión de la orientación. Etapa teórica (1950-1970).
4. Profesionalización de la orientación Etapa tecnológica (1970-1995).
5. Dimensión Europea de la Orientación Profesional (Actualmente).
Para facilitar su análisis hemos tomado como referente las clasificaciones realizadas por Álvarez González (1995) y por Valls Fernández (1998). Estas clasificaciones funcionan como espacios temporales delimitados en los que hemos situado los procesos sociales y los movimientos teóricos que han ido configurando la disciplina. En la selección de los acontecimientos más relevantes se ha tomado como referente el trabajo de Parra (2001).
La adaptación que proponemos distingue las etapas en la evolución de la Orientación Profesional que a continuación siguen:
1. Comienzos de la Orientación Profesional. Etapa observacional (1900- 1915).
2. Período de contrastes y maduración. Etapa empírica (1915-1950).
3. Expansión de la orientación. Etapa teórica (1950-1970).
4. Profesionalización de la orientación Etapa tecnológica (1970-1995).
5. Dimensión Europea de la Orientación Profesional (Actualmente).
DINAMICA DE GRUPOS: Técnicas sociométricas: Cuestionario sociométrico
Jacob Levy Moreno, que comienza a utilizarla en 1925, la define como «el estudio de la evolución de los grupos y de la posición que en ellos ocupan los individuos, prescindiendo de la estructura interna de cada individuo». Las técnicas sociométricas concentran su atención en el grupo y las interacciones sociales que se presentan en él. Entendemos por «interacciones sociales» todas las situaciones en que las actitudes de los miembros del grupo se encuentran entrelazadas de tal manera que influyen fuertemente sobre las conductas que cada miembro en lo personal habrá de manifestar. En otras palabras, hablamos de la repercusión que la situación del grupo tiene en cada uno de los miembros.
La sociometría nos ofrece información acerca de la estructura interna de los grupos. Para detectar esta estructura, los miembros del grupo debe manifestar sus preferencias intelectuales y afectivas hacia sus compañeros, al igual que los rechazos posibles.
Objetivos:
- Comprobar la influencia que posee un líder dentro del grupo.
- Analizar el modo de funcionamiento de los grupos en los que no se destaca ningún líder.
- Determinar las consecuencias que tiene en el grupo la incorporación de nuevas personas.
- Observar el grado de aceptación social que tiene un miembro entre sus compañeros.
- Estudiar la influencia que tienen ciertos factores diferenciadores (sexo, etnia, discapacidad, edad, religión...) en la aceptación o rechazo de un integrante del grupo.
El sociograma es la forma gráfica de representar los resultados obtenidos con el test sociométrico, es decir, de representar la estructura interna de las relaciones mantenidas en un grupo humano. El sociograma es una técnica que pretende poner de manifiesto los lazos de influencia y de preferencia que existen en el grupo.
El sociograma clásico:
- Método de comparación por pares donde se presentan todos los pares de sujetos y se pide, señalar en cada par, quién es preferible.
- Método derivado de Likert, donde cada miembro del grupo es evaluado en una escala de 5-7 puntos desde muy favorable a muy desfavorable.
- Método ordinal, donde se trata de colocar por orden de preferencia a todos los miembros del grupo.
El cuestionario sociométrico (Moreno, 1934) pretende evaluar el grado en que los individuos son aceptados en el grupo, las relaciones interpersonales existentes en el grupo y la estructura del grupo.
Consiste en que cada sujeto indique con qué miembros del grupo prefiere asociarse para determinadas actividades o en ciertas situaciones. Los criterios de elección-rechazo pueden referirse a características de personalidad, roles funcionales, criterios afectivos, profesionales, culturales, sociales, etc...
Una característica específica de las técnicas sociométricas es la elicitación de los deseos preferenciales de los miembros del grupo. Se trata para Moreno de captar los vectores subjetivos de atracción-rechazo como información diferenciada, a comparar con la estructura formal y funcional del grupo.
A cada miembro del grupo se le pide que indique con quienes le gustaría participar en cierta actividad y con quienes no querría.
Los criterios de elección y rechazo:
- Atracción o rechazo en general.
- Preferencia en una relación específica (psicogrupo).
- Preferencia para una determinada actividad (sociogrupo).
- Relaciones de hecho o deseadas.
- La elaboración de las percepciones sociométricas:
Tanto o más importantes que las elecciones/rechazos realmente recibidos, son las intuiciones o autoapreciaciones sociométricas que cada sujeto tiene sobre los miembros del grupo que probablemente le eligirán/rechazarán. Las percepciones sociales son en parte el resultado de las experiencias. La pregunta prototípica es: ¿Quiénes crees que te han elegido/rechazado?
La investigación de las relaciones intragrupales puede estudiarse todavía mucho más si añadimos preguntas como:
- ¿A quiénes crees que ha elegido/rechazado X..?
- ¿Quiénes crees que han elegido/rechazado a X...?
- ¿Quiénes cree X.. que le han elegido/rechazado?
Jacob Levy Moreno, que comienza a utilizarla en 1925, la define como «el estudio de la evolución de los grupos y de la posición que en ellos ocupan los individuos, prescindiendo de la estructura interna de cada individuo». Las técnicas sociométricas concentran su atención en el grupo y las interacciones sociales que se presentan en él. Entendemos por «interacciones sociales» todas las situaciones en que las actitudes de los miembros del grupo se encuentran entrelazadas de tal manera que influyen fuertemente sobre las conductas que cada miembro en lo personal habrá de manifestar. En otras palabras, hablamos de la repercusión que la situación del grupo tiene en cada uno de los miembros.
La sociometría nos ofrece información acerca de la estructura interna de los grupos. Para detectar esta estructura, los miembros del grupo debe manifestar sus preferencias intelectuales y afectivas hacia sus compañeros, al igual que los rechazos posibles.
Objetivos:
- Comprobar la influencia que posee un líder dentro del grupo.
- Analizar el modo de funcionamiento de los grupos en los que no se destaca ningún líder.
- Determinar las consecuencias que tiene en el grupo la incorporación de nuevas personas.
- Observar el grado de aceptación social que tiene un miembro entre sus compañeros.
- Estudiar la influencia que tienen ciertos factores diferenciadores (sexo, etnia, discapacidad, edad, religión...) en la aceptación o rechazo de un integrante del grupo.
El sociograma es la forma gráfica de representar los resultados obtenidos con el test sociométrico, es decir, de representar la estructura interna de las relaciones mantenidas en un grupo humano. El sociograma es una técnica que pretende poner de manifiesto los lazos de influencia y de preferencia que existen en el grupo.
El sociograma clásico:
- Método de comparación por pares donde se presentan todos los pares de sujetos y se pide, señalar en cada par, quién es preferible.
- Método derivado de Likert, donde cada miembro del grupo es evaluado en una escala de 5-7 puntos desde muy favorable a muy desfavorable.
- Método ordinal, donde se trata de colocar por orden de preferencia a todos los miembros del grupo.
El cuestionario sociométrico (Moreno, 1934) pretende evaluar el grado en que los individuos son aceptados en el grupo, las relaciones interpersonales existentes en el grupo y la estructura del grupo.
Consiste en que cada sujeto indique con qué miembros del grupo prefiere asociarse para determinadas actividades o en ciertas situaciones. Los criterios de elección-rechazo pueden referirse a características de personalidad, roles funcionales, criterios afectivos, profesionales, culturales, sociales, etc...
Una característica específica de las técnicas sociométricas es la elicitación de los deseos preferenciales de los miembros del grupo. Se trata para Moreno de captar los vectores subjetivos de atracción-rechazo como información diferenciada, a comparar con la estructura formal y funcional del grupo.
A cada miembro del grupo se le pide que indique con quienes le gustaría participar en cierta actividad y con quienes no querría.
Los criterios de elección y rechazo:
- Atracción o rechazo en general.
- Preferencia en una relación específica (psicogrupo).
- Preferencia para una determinada actividad (sociogrupo).
- Relaciones de hecho o deseadas.
- La elaboración de las percepciones sociométricas:
Tanto o más importantes que las elecciones/rechazos realmente recibidos, son las intuiciones o autoapreciaciones sociométricas que cada sujeto tiene sobre los miembros del grupo que probablemente le eligirán/rechazarán. Las percepciones sociales son en parte el resultado de las experiencias. La pregunta prototípica es: ¿Quiénes crees que te han elegido/rechazado?
La investigación de las relaciones intragrupales puede estudiarse todavía mucho más si añadimos preguntas como:
- ¿A quiénes crees que ha elegido/rechazado X..?
- ¿Quiénes crees que han elegido/rechazado a X...?
- ¿Quiénes cree X.. que le han elegido/rechazado?
EDUCADOR DE CALLE: EVALUACIÓN Y SEGUIMIENTO
El Educador deberá poder acceder a un conocimiento de los resultados de su trabajo, aunque no exista una tradición en evaluar situaciones no escolares de tipo educativo.
Necesitamos conocer:
- qué vamos a evaluar -el objetivo de la evaluación-,
- para qué evaluamos -cuáles serán las funciones de la evaluación- ,
- cómo vamos a evaluar -qué técnicas utilizaremos-,
- quién va a evaluar,
- con que perioricidad.
De esta forma obtendremos una información útil susceptible de ser utilizada en una toma de decisiones que va a optimizar el proceso educativo.
La supervisión y evaluación permiten:
- Definir y redefinir los objetivos concretos.
- Evaluar el grado de consecución de lo mismo, mediante los indicadores intermedios de actividad profesional.
- Hacer un análisis de las intervenciones y de las opciones tácticas.
- Tener un espacio de reflexión para ampliar y mejorar las intervenciones en sus aspectos técnico, personal, etc.
La supervisión debería ser llevada a cabo por un profesional con experiencia y buena base teórica.
La evaluación de la eficacia del trabajo en Medio Abierto presenta siempre dificultades, pero si el programa se ha hecho bien, definiendo objetivos concretos a diferentes niveles e indicándolos -resultados a conseguir, plazos, etc.-, es posible evaluar aquello que se haya realizado y analizar los elementos que han favorecido u obstaculizado la marcha del programa. Hay una cuestión que va directamente ligada a la posibilidad de un trabajo correcto, y es la de las dimensiones de la población. Al ser un trabajo preferentemente personalizado, las poblaciones objeto de atención no pueden superar determinado tamaño. Se considera como tamaño óptimo de una población, variando según la conflictividad, entre las 5.000 y las 10.000 personas. Aunque lógicamente existen zonas determinadas de algunos barrios donde será precisa la actuación del Educador, sin tener en cuenta el número de habitantes. Por lo general, un Educador puede atender con soltura alrededor de 20 chavales con una determinada problemática.
MOMENTOS DE LA EVALUACIÓN
Podemos establecer tres momentos donde la evaluación cobra especial importancia:
1. Evaluación inicial: se realiza antes de la intervención propiamente dicha. Es el punto de partida para conocer el estado inicial de la situación y poder diseñar el proceso de intervención.
2. Evaluación intermedia: es la evaluación del proceso de intervención, donde tratamos de conocer si nos ajustamos a lo previsto, dificultades que hemos encontrado, reajustes necesarios, etc.
3. Evaluación final: se realiza al final del proceso y nos servirá de base para futuras intervenciones.
La evaluación se realiza a lo largo de todo el proceso de intervención, en las reuniones del Equipo y al final de cada una de las Fases, estableciéndose así un feedback que interactua en todos los elementos de proceso: sujeto de la intervención, familia, barrio, recursos...
Los instrumentos básicos de la evaluación, creados para facilitar y registrar la información útil , son las Fichas y el Diario, el cual no es un Diario personal ni una mera agenda, sino un registro del trabajo realizado y del análisis del mismo en relación a la programación realizada al inicio de las experiencias. En él se registra de forma narrativa y secuencial los eventos, aspectos, anécdotas, situaciones, etc. que el Educador considera relevantes en su intervención.
INDICADORES DE LA EVALUACIÓN
Los siguientes indicadores permiten la evaluación simultánea del Educador y de las personas a las que atiende:
1. Tiempo de dedicación a la intervención propiamente dicha.
2. Población atendida.
3. Problemáticas detectadas.
4. Carencias de recursos sociales detectados.
5. Dificultades encontradas por el Educador-a
6. Cambios sociológicos observados en el barrio.
7. Influencia de estos cambios en los chavales-as.
8. Adecuación de las soluciones y alternativas a los problemas de los chavales.
9. Satisfacción del Educador-a en la tarea.
10. Disuasión ante casos delictivos concretos.
11. Fugas de casa atendidas.
12. Expulsiones de casa elaboradas.
13. Problemas de toxicomanías atendidos u orientados.
14. Problemas sexuales/afectivos orientados.
15. Problemas de soledad atendidos.
16. Intentos de suicidio disuadidos.
17. Problemática escolar apoyada.
18. Problemática prelaboral y la laboral resuelta.
19. Problemas culturales de expresión y lenguaje atendidos.
20. Complejos de inferioridad trabajados.
21. Peleas y discusiones aprovechadas educativamente.
22. Contactos con familias.
23. Contactos con profesores/tutores/patronos.
24. Contactos con adultos del barrio.
25. Contactos con comerciantes.
26. Contactos con asociaciones y comunidades de vecinos.
27. Cartas recibidas y contestadas.
28. Ayudas económicas.
29. Aceptación del Educador por parte de los chicos.
30. Integración del Educador en la barriada.
31. Colaboración con los maestros/grupo parroquial/asociaciones.
32. Colaboración con Educadores de otras barriadas.
33. Creación y utilización de un Centro de actividades y reuniones.
34. Divulgación de la necesidad del tratamiento preventivo de la inadaptación y delincuencia juvenil.
35. Otras actuaciones: visitas, charlas, campañas...
Curso Mediador Social en educacion afectivo sexual – Guia Didactica
Curso Intervencion con adolescentes en riesgo y conflicto social – Guia Didactica
Curso Monitor de Juegos – Guia Didactica
Curso Monitor de Juegos – Guia Didactica
Curso a distancia Experto en Educacion de Calle
Curso a distancia Experto en Educacion Familiar
Curso a distancia Intervencion con colectivos desfavorecidos
Curso a distancia Mediador Social Intercultural
Curso a distancia Experto en Violencia Juvenil
Curso a distancia Inteligencia Emocional y Autoestima para Educadores
ANIMACION, SERVICIOS EDUCATIVOS Y TIEMPO LIBRE
Formacion a Distancia y Permanente de Educadores/as
formacionadistancia@yahoo.es
http://animacion.synthasite.com
Apartado 3049 -36205 VIGO - España
Tfno/Fax.: 986-25 38 66 / Movil: 677-52 37 07 / 615-38 30 03
formacionadistancia@yahoo.es
http://animacion.synthasite.com
Apartado 3049 -36205 VIGO - España
Tfno/Fax.: 986-25 38 66 / Movil: 677-52 37 07 / 615-38 30 03
http://www.youtube.com/animacionservicios
No hay comentarios:
Publicar un comentario