«Hace tiempo en Moscú, un búlgaro me contaba que los turcos en Bulgaria violan a las mujeres y escarnecen a los niños. Entre las mil barbaridades que con ellos cometen, suelen, muchas veces, clavarles por las orejas en una puerta, y allí los dejan hasta el siguiente día, en que los mutilan bárbaramente. Con frecuencia se habla de la crueldad del hombre y se acostumbra a compararles con las fieras. Esto es injusto; al decir tal cosa se ofende a las últimas...».
«...Hay personas que golpean a sus hijos con un recio bastón, y algunos hasta le añaden unas cuantas espinas o puntas de tachuelas para que el efecto sea más rápido y seguro. Hechos de estos han trascendido al público, y han intervenido los tribunales y, más aún, hasta ha habido abogados que defienden a esos padres cariñosos que, al fin y al cabo, hacen eso por el bien de sus hijos; y los tribunales los han absuelto...».
«...Pues todavía queda otro mejor. Se trata de una muchachita de cinco años, a la cual han tomado inquina sus padres... Esto lo habrás visto a menudo... La familia es una de esas “distinguidas”: él es un alto funcionario público, instruido y bien educado... El gusto de torturar a los niños se da también en la humanidad con bastante frecuencia. Tal vez sea un modo como otro cualquiera de amar a la infancia. Los niños son seres indefensos: he aquí lo que sucede a muchos. No tienen aquéllos a quién pedir auxilio, a quién llamar, y esto irrita la sangre de los malvados. En el fondo de cada hombre hay una bestia feroz; en unos, un tigre; en otros, una hiena...; la fiera pide sangre, y el hombre se la da “artísticamente”... Quedamos, pues, en que la fiera es puramente fiera, fiera brutal; el hombre es más: es hombre y fiera al propio tiempo; es la crueldad y la ferocidad practicadas con exquisito refinamiento... Bueno, decía yo que los padres de aquella niña de cinco años infligieron a la pobrecita horribles torturas. El cuerpo de la criatura estuvo lleno de señales. Durante las heladas del invierno la dejaban encerrada en el retrete, so pretexto de que la nena no pedía con el tiempo el hacer sus necesidades... Y la madre, ¡su propia madre!, dormía tranquilamente mientras la niña gritaba, muerta de frio... ¿Comprendes? ¿Te imaginas a este ser inocente que todavía no sabe pensar? ¿Lo ves mientras golpea con sus manecitas su pecho jadeante, llorando lágrimas de sangre, invocar a Dios pidiéndole socorro?».
«...Toda la ciencia del mundo no vale las lágrimas de un niño...».
(«Los hermanos Karamazoff», Fedor Dostoiewski)
«...Hay personas que golpean a sus hijos con un recio bastón, y algunos hasta le añaden unas cuantas espinas o puntas de tachuelas para que el efecto sea más rápido y seguro. Hechos de estos han trascendido al público, y han intervenido los tribunales y, más aún, hasta ha habido abogados que defienden a esos padres cariñosos que, al fin y al cabo, hacen eso por el bien de sus hijos; y los tribunales los han absuelto...».
«...Pues todavía queda otro mejor. Se trata de una muchachita de cinco años, a la cual han tomado inquina sus padres... Esto lo habrás visto a menudo... La familia es una de esas “distinguidas”: él es un alto funcionario público, instruido y bien educado... El gusto de torturar a los niños se da también en la humanidad con bastante frecuencia. Tal vez sea un modo como otro cualquiera de amar a la infancia. Los niños son seres indefensos: he aquí lo que sucede a muchos. No tienen aquéllos a quién pedir auxilio, a quién llamar, y esto irrita la sangre de los malvados. En el fondo de cada hombre hay una bestia feroz; en unos, un tigre; en otros, una hiena...; la fiera pide sangre, y el hombre se la da “artísticamente”... Quedamos, pues, en que la fiera es puramente fiera, fiera brutal; el hombre es más: es hombre y fiera al propio tiempo; es la crueldad y la ferocidad practicadas con exquisito refinamiento... Bueno, decía yo que los padres de aquella niña de cinco años infligieron a la pobrecita horribles torturas. El cuerpo de la criatura estuvo lleno de señales. Durante las heladas del invierno la dejaban encerrada en el retrete, so pretexto de que la nena no pedía con el tiempo el hacer sus necesidades... Y la madre, ¡su propia madre!, dormía tranquilamente mientras la niña gritaba, muerta de frio... ¿Comprendes? ¿Te imaginas a este ser inocente que todavía no sabe pensar? ¿Lo ves mientras golpea con sus manecitas su pecho jadeante, llorando lágrimas de sangre, invocar a Dios pidiéndole socorro?».
«...Toda la ciencia del mundo no vale las lágrimas de un niño...».
(«Los hermanos Karamazoff», Fedor Dostoiewski)
LA VULNERABILIDAD DEL NIÑ@
Desde este modelo se pretenden analizar las características del niñ@ que les hacen vulnerables a los malos tratos en el entorno familiar, en ese caso. En el cuadro al que hacemos referencia, vemos que l@s niñ@s víctimas de los malos tratos, presentan unas características que les diferencia de los que no los sufren y que les hacen especialmente vulnerables.
La infancia de por sí constituye un grupo vulnerable ya que, por sus características, son personas dependientes de los cuidados de un adulto y por la debilidad ante las conductas inapropiadas de l@s adult@s, ya sea en el ámbito familiar, educativo, social. Pero existen niños y niñas, que aún dentro del entorno familiar, educativo o social, son más vulnerables que otr@s por eso, desde este modelo, tratan de averiguarse esas condiciones y características que les hacen más frágiles y vulnerables a los malos tratos:
- Antes del nacimiento se dan circunstancias que favorecen la aparición de malos tratos, suele ocurrir cuando se trata de embarazos no deseados, fruto de relaciones extramatrimoniales, en adolescentes solter@s o los que nacen tras la separación de la pareja.
- Niños y niñas con características atípicas: se trata de niñ@s con alguna discapacidad física y/o psíquica, prematur@s, con bajo peso al nacer. También los niñ@s llorones suelen provocar cierta alteración en sus padres/madres y/o cuidador@s. Por último, aquellos que se ven obligad@s al nacer a separarse de sus padres/madres durante un tiempo, por los cuidados que necesitan, situación que provoca una desvinculación afectiva por parte de ést@s, especialmente entre la madre y el hij@.
- Los niños y niñas «difíciles» son especialmente vulnerables al maltrato. Son objeto de pautas de conductas afectivas de tipo negativo. Suelen ser niñ@s hiperactiv@s, menos sociables, respondones, irritables, difíciles de controlar y consolar cuando lloran, con problemas en las pautas de alimentación, de control de esfínteres, de ritmo del sueño, etc., ante las que l@s padres/madres maltratados son poco tolerantes.
Desde este modelo se pretenden analizar las características del niñ@ que les hacen vulnerables a los malos tratos en el entorno familiar, en ese caso. En el cuadro al que hacemos referencia, vemos que l@s niñ@s víctimas de los malos tratos, presentan unas características que les diferencia de los que no los sufren y que les hacen especialmente vulnerables.
La infancia de por sí constituye un grupo vulnerable ya que, por sus características, son personas dependientes de los cuidados de un adulto y por la debilidad ante las conductas inapropiadas de l@s adult@s, ya sea en el ámbito familiar, educativo, social. Pero existen niños y niñas, que aún dentro del entorno familiar, educativo o social, son más vulnerables que otr@s por eso, desde este modelo, tratan de averiguarse esas condiciones y características que les hacen más frágiles y vulnerables a los malos tratos:
- Antes del nacimiento se dan circunstancias que favorecen la aparición de malos tratos, suele ocurrir cuando se trata de embarazos no deseados, fruto de relaciones extramatrimoniales, en adolescentes solter@s o los que nacen tras la separación de la pareja.
- Niños y niñas con características atípicas: se trata de niñ@s con alguna discapacidad física y/o psíquica, prematur@s, con bajo peso al nacer. También los niñ@s llorones suelen provocar cierta alteración en sus padres/madres y/o cuidador@s. Por último, aquellos que se ven obligad@s al nacer a separarse de sus padres/madres durante un tiempo, por los cuidados que necesitan, situación que provoca una desvinculación afectiva por parte de ést@s, especialmente entre la madre y el hij@.
- Los niños y niñas «difíciles» son especialmente vulnerables al maltrato. Son objeto de pautas de conductas afectivas de tipo negativo. Suelen ser niñ@s hiperactiv@s, menos sociables, respondones, irritables, difíciles de controlar y consolar cuando lloran, con problemas en las pautas de alimentación, de control de esfínteres, de ritmo del sueño, etc., ante las que l@s padres/madres maltratados son poco tolerantes.
NEGLIGENCIA
Por negligencia entendemos aquellas actuaciones inconvenientes, ya sean temporales o permanentes, por parte de l@s responsables del cuidado y educación del niño o niña, ante sus necesidades físicas, sociales, psicológicas e intelectuales, así como la falta de previsión para el futuro. Las situaciones de negligencia se suelen dar en ambientes familiares donde existen otras necesidades adicionales, suele tratarse de familias multiproblemáticas y altamente desestructuradas.
Las necesidades básicas a las que se hace referencia son: alimentación, vestimenta, higiene, cuidados médicos, supervisión y vigilancia, condiciones higiénicas y de seguridad en el hogar, área educativa y protección contra las agresiones externas.
Si estas necesidades no son cubiertas, se puede incurrir en alguna conducta negligente con las siguientes consecuencias:
- Caídas:
Caídas desde una ventana ocasionadas por negligencias en las que l@s padres/madres dejan sol@ al menor o bajo la tutela de un@ herman@ que, distraíd@, no se percata del hecho.
- Asfixias:
Un tipo muy generalizado es la originada por inmersión. Suelen producirse de forma accidental al caerse en una bañera, barreños, piscinas... Otro tipo de asfixia, es la producida con lazos, collares, barrotes de cuna, etc., que ocasionan estrangulamiento, o también con bolsas de plástico, bolas, pilas...
- Quemaduras:
Las quemaduras pueden ser graves y producir deformaciones epidérmicas que influyen en el desarrollo afectivo del sujeto, por influir en su autoimagen y en su autoestima. Los agentes causales observados fueron el agua, el aceite, la leche y otros alimentos sólidos.
- Armas de fuego:
Los juegos con armas de fuego son propios de preadolescentes o adolescentes, que aprovechando un descuido del padre o de la madre manipulan un arma escondida o colocada imprudentemente a su alcance.
- Intoxicaciones:
Las intoxicaciones por el uso abusivo de materiales de limpieza que se guardan junto a productos alimenticios, o producida por medicamentos al alcance de l@s niñ@s.
- Accidentes de tráfico:
Los accidentes de tráfico más frecuentes se dan en menores entre 5-15 años, ocurren cuando pasan muchas horas en la calle o sus cuidador@s se despistan.
- Disputas familiares:
Las disputas familiares pueden ocasionar lesiones a l@s niñ@s. Cuando l@s padres/madres discuten, y el/la niñ@ está cerca, puede recibir algún daño físico. Otras veces el sujeto de la discusión es el/la propi@ niñ@, quien es reprendid@ y golpead@.
- Negligencia del cuidado médico:
Producida por l@s padres/madres que se niegan a que sus hij@s sean sometid@s a determinada intervención quirúrgica, inyecciones o transfusiones sanguíneas por motivos religiosos u otros.
- Desnutrición:
Maltrato por omisión, realizado en la persona del niñ@ al que por una serie de motivos se alimenta deficitariamente, pudiéndole causar la muerte. A veces, la alimentación es tan precaria que provoca deshidratación en niñ@s mayores a los que su padre/madre niegan el agua para disminuir, quizás, la producción de orina y acabar con un problema de enuresis. Est@s niñ@s presentan unas características muy concretas: turbaciones en el estado general, retraso en el crecimiento de causa no orgánica, retraso psicomotor.
- Falta de higiene:
Cuando la piel queda recubierta por una coraza hidrosoluble y no es eliminada, aparecen lesiones cutáneas en determinadas zonas del cuerpo debido a la desaparición de la barrera normal de protección frente a la agresión externa. Algunos ejemplos de esta carencia son: eritema genital del lactante, piojos y liendres y pelo desordenado.
- Exposiciones climáticas adversas:
Lesiones consecutivas a exposiciones climáticas adversas o contrarias: congelaciones o quemaduras en niñ@s que permanecen muchas horas a la intemperie o al sol. Los lactantes y preescolares son l@s más afectad@s, ya que no pueden valerse por ell@s mism@s.
- Vitaminopatías:
Son enfermedades por carencias de vitaminas, que acompañan a determinadas enfermedades renales y hepáticas.
- Caries:
Cuando se manifiesta en un número abundante de piezas dentales, deformidades importantes en las mismas, flemones repetidos..., siempre y cuando la persona responsable del menor no intente corregirlas.
- Retraso en las adquisiciones madurativas:
El/la niñ@ desde que nace se comunica con ruidos y movimientos, cuando éstos no son recíprocos se encierra cada vez más y deja de comunicarse con el entorno que le rodea.
Las necesidades básicas a las que se hace referencia son: alimentación, vestimenta, higiene, cuidados médicos, supervisión y vigilancia, condiciones higiénicas y de seguridad en el hogar, área educativa y protección contra las agresiones externas.
Si estas necesidades no son cubiertas, se puede incurrir en alguna conducta negligente con las siguientes consecuencias:
- Caídas:
Caídas desde una ventana ocasionadas por negligencias en las que l@s padres/madres dejan sol@ al menor o bajo la tutela de un@ herman@ que, distraíd@, no se percata del hecho.
- Asfixias:
Un tipo muy generalizado es la originada por inmersión. Suelen producirse de forma accidental al caerse en una bañera, barreños, piscinas... Otro tipo de asfixia, es la producida con lazos, collares, barrotes de cuna, etc., que ocasionan estrangulamiento, o también con bolsas de plástico, bolas, pilas...
- Quemaduras:
Las quemaduras pueden ser graves y producir deformaciones epidérmicas que influyen en el desarrollo afectivo del sujeto, por influir en su autoimagen y en su autoestima. Los agentes causales observados fueron el agua, el aceite, la leche y otros alimentos sólidos.
- Armas de fuego:
Los juegos con armas de fuego son propios de preadolescentes o adolescentes, que aprovechando un descuido del padre o de la madre manipulan un arma escondida o colocada imprudentemente a su alcance.
- Intoxicaciones:
Las intoxicaciones por el uso abusivo de materiales de limpieza que se guardan junto a productos alimenticios, o producida por medicamentos al alcance de l@s niñ@s.
- Accidentes de tráfico:
Los accidentes de tráfico más frecuentes se dan en menores entre 5-15 años, ocurren cuando pasan muchas horas en la calle o sus cuidador@s se despistan.
- Disputas familiares:
Las disputas familiares pueden ocasionar lesiones a l@s niñ@s. Cuando l@s padres/madres discuten, y el/la niñ@ está cerca, puede recibir algún daño físico. Otras veces el sujeto de la discusión es el/la propi@ niñ@, quien es reprendid@ y golpead@.
- Negligencia del cuidado médico:
Producida por l@s padres/madres que se niegan a que sus hij@s sean sometid@s a determinada intervención quirúrgica, inyecciones o transfusiones sanguíneas por motivos religiosos u otros.
- Desnutrición:
Maltrato por omisión, realizado en la persona del niñ@ al que por una serie de motivos se alimenta deficitariamente, pudiéndole causar la muerte. A veces, la alimentación es tan precaria que provoca deshidratación en niñ@s mayores a los que su padre/madre niegan el agua para disminuir, quizás, la producción de orina y acabar con un problema de enuresis. Est@s niñ@s presentan unas características muy concretas: turbaciones en el estado general, retraso en el crecimiento de causa no orgánica, retraso psicomotor.
- Falta de higiene:
Cuando la piel queda recubierta por una coraza hidrosoluble y no es eliminada, aparecen lesiones cutáneas en determinadas zonas del cuerpo debido a la desaparición de la barrera normal de protección frente a la agresión externa. Algunos ejemplos de esta carencia son: eritema genital del lactante, piojos y liendres y pelo desordenado.
- Exposiciones climáticas adversas:
Lesiones consecutivas a exposiciones climáticas adversas o contrarias: congelaciones o quemaduras en niñ@s que permanecen muchas horas a la intemperie o al sol. Los lactantes y preescolares son l@s más afectad@s, ya que no pueden valerse por ell@s mism@s.
- Vitaminopatías:
Son enfermedades por carencias de vitaminas, que acompañan a determinadas enfermedades renales y hepáticas.
- Caries:
Cuando se manifiesta en un número abundante de piezas dentales, deformidades importantes en las mismas, flemones repetidos..., siempre y cuando la persona responsable del menor no intente corregirlas.
- Retraso en las adquisiciones madurativas:
El/la niñ@ desde que nace se comunica con ruidos y movimientos, cuando éstos no son recíprocos se encierra cada vez más y deja de comunicarse con el entorno que le rodea.
MALTRATO PRENATAL
Por maltrato prenatal entendemos aquellos casos en los que la madre gestante incurre en negligencias o conductas inapropiadas, que pudiendo evitarse, ponen en peligro la vida del feto o tiene consecuencias negativas para éste.
Entre estas conductas están: una alimentación deficitaria para su estado de gestación y que no aporta los nutrientes necesarios para el adecuado desarrollo del feto; exceso de trabajo corporal o de ejercicio físico; enfermedades infecciosas (SIDA, enfermedades de transmisión sexual, que generalmente pasan al feto a través de la placenta o que pueden provocar incluso un aborto...); hábitos tóxicos (alcoholismo, drogadicción...) que provocan que el bebé nazca con un crecimiento anormal, patrones neurológicos anómalos, síntomas de dependencia física de sustancias u otras alteraciones debidas al consumo; seguimiento inadecuado de una enfermedad crónica (diabetes,...), etc.
MALTRATO SOCIAL
Otro aspecto a destacar sobre el maltrato infantil es aquel que se produce en el ámbito social, entendido éste como diferente del producido en el ambiente familiar o por las instituciones.
Dentro del maltrato social nos encontramos con acciones voluntarias que atentan contra los derechos humanos de l@s niñ@s. Situaciones en las que l@s menores son obligad@s a trabajar desde muy pequeñ@s en condiciones generalmente infrahumanas, incluso esclavizad@s. Hablamos de cuando son utilizad@s para mendigar, llevar a cabo pequeños hurtos o actos violentos, utilizad@s como traficantes de drogas. También cuando son objeto de abuso sexual, de violación, de tortura, por parte de proxenetas, nos referimos a la prostitución infantil y a las redes de pornografía infantil. No podemos olvidar, los casos en que son víctimas de las guerras, o son convertid@s en niñ@s soldados, obligándoles a luchar desde pequeñ@s en el ejército o en las guerrillas, contra aquell@s que fueron vecin@s o compañer@s de juego.
PROSTITUCIÓN Y TRATA DE BLANCAS
La prostitución es quizá una de las formas de maltrato más graves que existen y que más atentan contra la dignidad de las personas y sus derechos, especialmente cuando se trata de menores.
La prostitución infantil es más frecuente en otros países que en el nuestro, sobre todo cuando hablamos del llamado «turismo sexual», siendo Alemania el país con mayor número de turistas sexuales junto a Japón. Mientras que es frecuente que en países de Asia o Sudamérica, l@s niñ@s son obligad@s a tener relaciones sexuales con turistas extranjeros, y lo peor es que cada vez son obligad@s desde más jóvenes.
CONSECUENCIAS SOMÁTICAS
Las consecuencias somáticas, según el tipo de maltrato infantil, son:
- ABANDONO Y NEGLIGENCIA: Retraso en el crecimiento, llegando incluso al raquitismo y otros problemas óseos; dificultades en el desarrollo psicomotor; problemas de visión, dentarios, escoliosis; lesiones por congelación o por quemaduras; deformaciones en el cráneo; falta de administración de vacunas obligatorias que pueden derivar en las correspondientes enfermedades; accidentes provocados por la falta de vigilancia y atención (ingestión de medicamentos, productos de limpieza, electrocuciones, quemaduras con aceites o líquidos hirviendo...).
- MALTRATO FÍSICO: Cicatrices o heridas profundas debido a quemaduras, cortes, golpes...; lesiones bucales con pérdida de piezas dentales o malformación de la mandíbula, causadas por puñetazos y golpes; lesiones óseas que pueden afectar al crecimiento corporal; lesiones internas, que suelen ser las más graves, debidas a traumatismos craneales y oculares y que pueden derivar en retrasos, déficits motores, cognitivos, epilepsias..., cegueras, desprendimiento de retina, glaucomas, cataratas, dislocaciones del cristalino, etc.
- AGRESIONES SEXUALES: Las consecuencias de los abusos sexuales suelen ser específicas de este tipo de agresiones. Encontramos consecuencias tanto físicas como psicológicas, entre las primeras están: embarazos no deseados, sobre todo en preadolescentes y adolescentes, con consecuencias físicas, emocionales y sociales muy dispares, pero que marcan la vida de la niña; enfermedades de transmisión sexual, SIDA; anomalías y lesiones en la vulva, vagina o ano, producidas por la penetración y que pueden condicionar sus funciones.
Las consecuencias somáticas, según el tipo de maltrato infantil, son:
- ABANDONO Y NEGLIGENCIA: Retraso en el crecimiento, llegando incluso al raquitismo y otros problemas óseos; dificultades en el desarrollo psicomotor; problemas de visión, dentarios, escoliosis; lesiones por congelación o por quemaduras; deformaciones en el cráneo; falta de administración de vacunas obligatorias que pueden derivar en las correspondientes enfermedades; accidentes provocados por la falta de vigilancia y atención (ingestión de medicamentos, productos de limpieza, electrocuciones, quemaduras con aceites o líquidos hirviendo...).
- MALTRATO FÍSICO: Cicatrices o heridas profundas debido a quemaduras, cortes, golpes...; lesiones bucales con pérdida de piezas dentales o malformación de la mandíbula, causadas por puñetazos y golpes; lesiones óseas que pueden afectar al crecimiento corporal; lesiones internas, que suelen ser las más graves, debidas a traumatismos craneales y oculares y que pueden derivar en retrasos, déficits motores, cognitivos, epilepsias..., cegueras, desprendimiento de retina, glaucomas, cataratas, dislocaciones del cristalino, etc.
- AGRESIONES SEXUALES: Las consecuencias de los abusos sexuales suelen ser específicas de este tipo de agresiones. Encontramos consecuencias tanto físicas como psicológicas, entre las primeras están: embarazos no deseados, sobre todo en preadolescentes y adolescentes, con consecuencias físicas, emocionales y sociales muy dispares, pero que marcan la vida de la niña; enfermedades de transmisión sexual, SIDA; anomalías y lesiones en la vulva, vagina o ano, producidas por la penetración y que pueden condicionar sus funciones.
CONSECUENCIAS PSICOLÓGICAS Y COMPORTAMENTALES
Las consecuencias psicológicas y comportamentales que en l@s niñ@s tienen los malos tratos varían mucho de unas personas a otras y dependen de los factores que están implicados en el maltrato, las características de los agresores y las víctimas, los factores ambientales, tanto familiares como sociales.
Las consecuencias psicológicas y comportamentales que en l@s niñ@s tienen los malos tratos varían mucho de unas personas a otras y dependen de los factores que están implicados en el maltrato, las características de los agresores y las víctimas, los factores ambientales, tanto familiares como sociales.
MALTRATO Y ABANDONO FÍSICO:
- Alteraciones neurológicas, ya sean directamente debido a las agresiones físicas o por negligencia en el cuidado médico, en la alimentación o porque no son cubiertas las necesidades básicas.
- Retrasos cognitivos o intelectuales, suelen ser consecuencia indirecta de los malos tratos, a los que se une un ambiente familiar desestructurado, falta de estimulación e interés por parte de l@s padres/madres en lo referente a sus estudios, ni tampoco por parte de l@s educador@s.
- Problemas de cognición social, presentan problemas en sus relaciones interpersonales, ya sean con otr@s adult@s o con sus iguales. Entre este tipo de problemas se encuentran: baja empatía, problemas en la expresión y reconocimiento de sentimientos y emociones, conductas excesivamente agresivas e incluso delictivas en sus relaciones sociales.
- Apego ansioso. Sobre todo en niñ@s de corta edad, que se manifiesta en forma de rabietas, frustración, agresión. En niñ@s un poco mayores, suelen presentarse problemas de baja autoestima y asertividad, mayor hiperactividad y distraibilidad, sobre todo en el ámbito escolar y al hacer sus tareas, suelen ser niñ@s que tienden al aislamiento. En niñ@s de 5 años, problemas de ajuste psicológico y de conducta desadaptada.
ACOSO SEXUAL EN EL ÁMBITO ACADÉMICO Y LABORAL
El acoso sexual es la propuesta de realización de una conducta sexual no deseada por la víctima, u otra conducta basada en la discriminación por género y que afecta a la dignidad y el bienestar de las mujeres (aunque también pueden darse casos de hombres víctimas de acoso sexual), en el trabajo o en el ámbito académico.
El acoso sexual puede incluir diferentes tipos de conductas: físicas, verbales y no verbales que no son en ningún momento deseadas por la víctima. Este matiz de no deseada es lo que le da el cariz de acoso, a diferencia de la atención sexual, no es bienvenida ni recíproca, sino impuesta. La víctima se siente coaccionada por el agresor a llevar a cabo una práctica sexual no deseada ante la amenaza de despido o suspenso, situación que dificulta que la mujer denuncie a sus superiores o docentes, también puede ser coaccionada mediante promesas de ascenso laboral o mejora del expediente académico.
MALOS TRATOS PSICOLÓGICOS
Consiste en una acción u omisión que produce alteraciones emocionales, físicas y/o intelectuales para la víctima del maltrato.
En ocasiones es difícil de evaluar. A veces es producto del abuso físico por el que en el caso del anciano se ve hundido en su propia incapacidad y se deja en manos del cuidador abusador adoptando una actitud de resignación ante el maltrato y espera de la muerte.
Forman parte del maltrato psicológico el aislamiento, la negación de cuidados, las amenazas de institucionalización o de abandono, los insultos, conductas que demuestren rechazo afectivo o, como Walker(1984) menciona, las actitudes contradictorias de ternura y maltrato dirigidas a mantener la esperanza de que el maltrato finalice.
Consiste en una acción u omisión que produce alteraciones emocionales, físicas y/o intelectuales para la víctima del maltrato.
En ocasiones es difícil de evaluar. A veces es producto del abuso físico por el que en el caso del anciano se ve hundido en su propia incapacidad y se deja en manos del cuidador abusador adoptando una actitud de resignación ante el maltrato y espera de la muerte.
Forman parte del maltrato psicológico el aislamiento, la negación de cuidados, las amenazas de institucionalización o de abandono, los insultos, conductas que demuestren rechazo afectivo o, como Walker(1984) menciona, las actitudes contradictorias de ternura y maltrato dirigidas a mantener la esperanza de que el maltrato finalice.
METODOLOGÍA PARA LA DETECCIÓN, EVALUACIÓN Y DIAGNÓSTICO
La metodología va a centrarse principalmente en la utilización de dos técnicas: la entrevista personal y la observación por parte de l@s profesionales y personas que están en interrelación con las víctimas y l@s agresor@s.
Lo ideal, es que l@s profesionales, independientemente de su área de trabajo, coordinen sus esfuerzos y planifiquen su actuación aunando criterios para establecer un protocolo útil para detectar, evaluar y diagnosticar casos de agresión y malos tratos. No podemos olvidar que cada grupo profesional tendrán que utilizar estas metodologías desde su propio ámbito, ya que los datos recogidos por psicólog@s son diferentes a los recogidos por trabajador@s sociales, abogad@s, educador@s, maestr@s, etc.
Las características, tanto de la entrevista como de la observación, van a depender de quien es la víctima, por eso hay que tener en cuenta ciertos aspectos previos a la utilización de cada método y han de darse las condiciones adecuadas. La metodología va a ser diferente si las víctimas son menores, si son mujeres, ancian@s o personas discapacitadas.
La finalidad es recabar información sobre los indicadores presentes tanto en las víctimas como en l@s agresores, las circunstancias en las que se están produciendo los malos tratos, la situación que se vive en el entorno familiar, escolar y en otros entornos en los que se mueven, tanto cuando tenemos sospechas de los malos tratos como cuando existe la certeza de que eso es así.
La metodología va a centrarse principalmente en la utilización de dos técnicas: la entrevista personal y la observación por parte de l@s profesionales y personas que están en interrelación con las víctimas y l@s agresor@s.
Lo ideal, es que l@s profesionales, independientemente de su área de trabajo, coordinen sus esfuerzos y planifiquen su actuación aunando criterios para establecer un protocolo útil para detectar, evaluar y diagnosticar casos de agresión y malos tratos. No podemos olvidar que cada grupo profesional tendrán que utilizar estas metodologías desde su propio ámbito, ya que los datos recogidos por psicólog@s son diferentes a los recogidos por trabajador@s sociales, abogad@s, educador@s, maestr@s, etc.
Las características, tanto de la entrevista como de la observación, van a depender de quien es la víctima, por eso hay que tener en cuenta ciertos aspectos previos a la utilización de cada método y han de darse las condiciones adecuadas. La metodología va a ser diferente si las víctimas son menores, si son mujeres, ancian@s o personas discapacitadas.
La finalidad es recabar información sobre los indicadores presentes tanto en las víctimas como en l@s agresores, las circunstancias en las que se están produciendo los malos tratos, la situación que se vive en el entorno familiar, escolar y en otros entornos en los que se mueven, tanto cuando tenemos sospechas de los malos tratos como cuando existe la certeza de que eso es así.
INDICADORES ESPECÍFICOS E INESPECÍFICOS DE LOS MALOS TRATOS A MUJERES
Al hablar de indicadores de malos tratos a mujeres, nos referimos a aquellas conductas o signos presentes en las mujeres víctimas de malos tratos y/o agresiones sexuales y en las conductas de delatan a sus agresores.
Los malos tratos, pueden producirse en diversos ámbitos, familiar, laboral, académico, sanitario, etc. Los comportamientos más delatores son los que tienen lugar en el entorno familiar, pero apenas pueden ser observados por l@s expert@s en malos tratos, por lo tanto la mayoría de los indicadores son indirectos o inespecíficos, detectados por otros métodos, la entrevista personal con la víctima, las señales externas de maltrato, cambios en el comportamiento, cambios en el ámbito psicológico, emocional, que puedan apreciar profesionales de otros ámbitos: servicios sociales, sanitarios, comunitarios, en el ámbito laboral, etc.
Los indicadores son la verificación de que existen factores de riesgo pero debemos contrastarlos con los datos recogidos por otros medios, otr@s profesionales, o la propia víctima, siendo cautelos@s. Los indicadores varían mucho de unos casos a otros, dependen de la edad de la víctima, el tipo de maltrato, la duración, frecuencia e intensidad de las agresiones, la identidad del maltratador. No tienen las mismas consecuencias, si los malos tratos empiezan a producirse, que si se prolongan durante años; es diferente que el agresor@ sea la pareja a que sea el padre, hijo, jefe, etc. Estas variables hay que tenerlas en cuenta.
Si optamos por la entrevista a la hora de detectar los indicadores presentes en las mujeres víctimas de malos tratos o agresiones sexuales, insistir en que debemos ser pacientes, apoyar y animar a la víctima, realizar la entrevista en un ambiente neutral, tranquilo, en el que se sienta segura y confiada con l@s profesionales con los que se encuentra.
Al hablar de indicadores de malos tratos a mujeres, nos referimos a aquellas conductas o signos presentes en las mujeres víctimas de malos tratos y/o agresiones sexuales y en las conductas de delatan a sus agresores.
Los malos tratos, pueden producirse en diversos ámbitos, familiar, laboral, académico, sanitario, etc. Los comportamientos más delatores son los que tienen lugar en el entorno familiar, pero apenas pueden ser observados por l@s expert@s en malos tratos, por lo tanto la mayoría de los indicadores son indirectos o inespecíficos, detectados por otros métodos, la entrevista personal con la víctima, las señales externas de maltrato, cambios en el comportamiento, cambios en el ámbito psicológico, emocional, que puedan apreciar profesionales de otros ámbitos: servicios sociales, sanitarios, comunitarios, en el ámbito laboral, etc.
Los indicadores son la verificación de que existen factores de riesgo pero debemos contrastarlos con los datos recogidos por otros medios, otr@s profesionales, o la propia víctima, siendo cautelos@s. Los indicadores varían mucho de unos casos a otros, dependen de la edad de la víctima, el tipo de maltrato, la duración, frecuencia e intensidad de las agresiones, la identidad del maltratador. No tienen las mismas consecuencias, si los malos tratos empiezan a producirse, que si se prolongan durante años; es diferente que el agresor@ sea la pareja a que sea el padre, hijo, jefe, etc. Estas variables hay que tenerlas en cuenta.
Si optamos por la entrevista a la hora de detectar los indicadores presentes en las mujeres víctimas de malos tratos o agresiones sexuales, insistir en que debemos ser pacientes, apoyar y animar a la víctima, realizar la entrevista en un ambiente neutral, tranquilo, en el que se sienta segura y confiada con l@s profesionales con los que se encuentra.
PROFESIONALES EN LA PREVENCIÓN DE LOS MALOS TRATOS
Antes de mostrar la labor de l@s profesionales implicad@s en la prevención de los malos tratos, debemos hacer un análisis de cómo deberían realizar su trabajo. Lo más destacable, es que el trabajo se haga desde una perspectiva interdisciplinar, en equipo, colaborando y coordinándose desde diferentes áreas, buscando la mejor solución para el niñ@ y su familia. En el trabajo de prevención e intervención de malos tratos no tiene cabida la exclusividad de un@ únic@ profesional, sino que debe contarse con diferentes perspectivas de trabajo, aunque se colabore con profesionales expert@s en malos tratos, que coordinen las actuaciones de dicho equipo.
La primera etapa del trabajo, que es general para tod@s, es buscar información sobre la problemática de los malos tratos, formar un equipo de trabajo compuesto por profesionales del propio entorno laboral, para luego coordinarse con los equipos de otros ámbitos profesionales, formando una plataforma o grupo de trabajo coordinado, contando con el apoyo y la orientación de los servicios de la Administración dedicados a la prevención e intervención de malos tratos a menores, mujeres... Hay que olvidarse de intereses particulares, algo que no siempre resulta fácil cuando se tratan de coordinar a profesionales de distintas áreas, tanto del ámbito público como del privado, pues se entremezclan las políticas de la administración con las de cada entidad impidiendo alcanzar la finalidad del trabajo multidisciplinar: la prevención e intervención de los malos tratos infantiles, a mujeres, a mayores y a discapacitad@s físicos y psíquicos.
Antes de mostrar la labor de l@s profesionales implicad@s en la prevención de los malos tratos, debemos hacer un análisis de cómo deberían realizar su trabajo. Lo más destacable, es que el trabajo se haga desde una perspectiva interdisciplinar, en equipo, colaborando y coordinándose desde diferentes áreas, buscando la mejor solución para el niñ@ y su familia. En el trabajo de prevención e intervención de malos tratos no tiene cabida la exclusividad de un@ únic@ profesional, sino que debe contarse con diferentes perspectivas de trabajo, aunque se colabore con profesionales expert@s en malos tratos, que coordinen las actuaciones de dicho equipo.
La primera etapa del trabajo, que es general para tod@s, es buscar información sobre la problemática de los malos tratos, formar un equipo de trabajo compuesto por profesionales del propio entorno laboral, para luego coordinarse con los equipos de otros ámbitos profesionales, formando una plataforma o grupo de trabajo coordinado, contando con el apoyo y la orientación de los servicios de la Administración dedicados a la prevención e intervención de malos tratos a menores, mujeres... Hay que olvidarse de intereses particulares, algo que no siempre resulta fácil cuando se tratan de coordinar a profesionales de distintas áreas, tanto del ámbito público como del privado, pues se entremezclan las políticas de la administración con las de cada entidad impidiendo alcanzar la finalidad del trabajo multidisciplinar: la prevención e intervención de los malos tratos infantiles, a mujeres, a mayores y a discapacitad@s físicos y psíquicos.
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