TIPOS DE DEFINICIONES DE INADAPTACIÓN
Siguiendo a AYERBE ECHEBERIA (1991) señalamos, a la luz de estas informaciones, varios tipos de definiciones con respecto al término inadaptación.
Definiciones centradas en la deficiencia:
Según esta vertiente, inadaptada sería aquella persona con algún déficit de salud, inteligencia o trastorno de afectividad, carácter o comportamiento, que le priva de insertase sin ayuda en el medio en que ha de vivir (RECIO, 1979).
«Inadaptado es el niño o el adolescente que, por la insuficiencia de sus aptitudes o por los desajustes de su conducta, se encuentra en dificultad o en prolongado conflicto con las circunstancias propias de su edad o de su ambiente» (J. L. Lang, 1962).
SÁNCHEZ MANZANO (1993, p. 270) compara el término inadaptación con el de anormalidad y señala que este se refiere «al individuo o grupo de sujetos que se desvían de la norma».
Partiendo de la misma perspectiva, AJURIAGUERRA (1980) intenta delimitar el estudio de la inadaptación social a tres tipos diferentes: Las personalidades subnormales o inhabituales, los psicópatas y la personalidad antisocial.
Definiciones centradas en la especificidad humana:
«La patología de la personalidad parece tener alguna relación con el proceso de adaptación constructiva... es decir, la realización de sí mismo en el mundo. El hombre que fracasa en la realización de sus proyectos o que no tiene éxito en crear las condiciones que responden a la concepción que se hace de sí mismo puede, por ello, perder el contacto y la interacción normal con el medio» (J. Nuttin, 1980).
Se consideran a las personas con capacidad de realizar proyectos, por tanto se pueden producir dos formas básicas de inadaptación:
- Inadaptación psíquica para pasar de la fase de proyecto a la fase de realización.
- Imposibilidad de elaborar nuevos proyectos.
Este tipo de definiciones pueden dar lugar a modelos de intervención de prevalencia médica y dirección únicamente interpersonal, dejando de lado aspectos ecológicos de corrección de las injusticias sociales de protección de los servicios sociales de base, etc.
Definiciones centradas en la primacía del medio:
«Se trata de un niño cuyas aptitudes y eficiencia resultan suficientes, y de carácter normal, pero que está inmerso en un medio que no corresponde a sus necesidades corporales, afectivas, intelectuales o espirituales» (R. Lafon, 1979).
Esta perspectiva se puede enlazar con la noción de marginación ya que la misma puede entenderse como una falta de participación respecto a unos objetos sociales o unos derechos individuales. Tres son los elementos desde los que es posible hablar de marginación:
- Participación o ejercicio del conjunto de papeles que se le atribuye a un individuo o grupo en función de su pertenencia a cierto número de categorías socioculturalmente relevantes (edad, sexo, estado civil, ocupación...)
- Esquema normativo o conjunto de valores y normas que definen las áreas legítimas, esperadas o toleradas de participación.
- Los recursos objetivos, los elementos materiales o inmateriales necesarios para que la participación sea efectiva y ausencia de trabas que impiden el acceso al uso de los mismos recursos (Escamez, 1985).
Otra definición es la de M. De Maistre (1984): «Un inadaptado aparece en principio, como un individuo que no responde a las exigencias que la sociedad le plantea. Lejos de considerar nuestra sociedad como perfecta, diremos que la inadaptación a que nos referimos impide al individuo integrarse en la sociedad de modo que pueda ser reconocido como valioso y desempeñar un papel en la evolución. Para transformar la sociedad hay que integrarse previamente en ella, por imperfecta que sea». Según esta perspectiva, toda inadaptación procede de causas fundamentalmente sociales. Considera a la sociedad como punto de referencia fundamental para todas los individuos. Un inadaptado sería en principio, la persona que no responde a las exigencias que la sociedad le plantea. Su inadaptación le impide integrarse en la sociedad de forma que, ni se le reconoce como valioso, ni desempeña un papel en su evolución.
Definiciones centradas en la interacción sujeto-medio:
En estas definiciones prima la relación que se establece entre el sujeto y el medio y se considera que el sujeto y el grupo social interpretan la situación y le «asignan» un significado.
«Existe inadaptación cuando las exigencias individuales de los individuos que varían mucho según las épocas y que dependen en gran parte del nivel general de la colectividad, no son satisfechas» (M. Lobrot, 1972).
En relación con esta idea, la inadaptación surge cuando el nivel de exigencias individuales es muy alto (las aspiraciones y necesidades del individuo sobrepasan las posibilidades «normales» o sus propias capacidades); y se manifiesta cuando la sociedad no se adapta a las exigencias del individuo ya sea porque el nivel de exigencias de este sea demasiado elevado, porque la sociedad adopta una actitud hostil o agresiva hacia él o no dispone de los medios para satisfacer sus exigencias.
HACIA UNA NOCIÓN DE INADAPTACIÓN
Es preciso previamente reflexionar sobre las definiciones expuestas hasta el momento, en cuanto a que nos dan una noción de inadaptación errónea o mal definida. Una sobrevaloración de los condicionamientos biológicos o personales minusvalora a la persona. Toda desviación ha de ser diagnosticada y tratada teniendo en cuenta tanto a la persona como al entorno social. Es necesario hacer hincapié sobre los problemas sociales que condicionan los problemas familiares y personales que motivan las conductas agresivas, etc. Los conceptos de adaptación e inadaptación no implican un nexo que una al sujeto con su medio, tampoco con un handicap, perturbación o desequilibrio (Lang, 1974 y Perron, 1973).
Podemos decir, a la luz de las anteriores definiciones, que la inadaptación supone apartarse de las normas del grupo y de las estructuras de la sociedad en la cual se vive por distintas razones.
Pero, ¿Por qué los individuos se apartan de las normas del grupo?.
GONZÁLEZ (1996, p. 21) analiza las causas de la desadaptación y del enfrentamiento del individuo con la sociedad y expone la perspectiva de varios autores a lo largo de la historia. Señala que a la hora de comprender el desarrollo de conductas disociales, desviadas o conflictivas, casi todos los autores señalan o hacen referencia a la no aceptación, «entendiendo que cuando el individuo se siente rechazado experimenta un estado de angustia como reacción a tales situaciones y se siente desamparado».
MARTÍNEZ ROIG y PAUL OCHOTORENA nos ofrecen una posible respuesta, con respecto a los menores:
«La inadaptación social del menor se produce cuando determinados valores que se desean (éxito, posición social, nivel de consumo, etc, y hasta bienes elementales para la supervivencia) no se pueden alcanzar de un modo legítimo con los medios y recursos de que dispone el menor» (1993, p. 27).
Las consecuencias de estas situaciones según MARTÍNEZ SÁNCHEZ (1991, p. 121) son la circularidad, y como consecuencia la incontrolabilidad del medio y el «desamparo aprendido». Todo ello produce una serie de déficits tanto en el ámbito cognitivo como en el actitudinal y motivacional (autoconcepto, autoestima y autorrespeto). A su vez, señala como características básicas de los niños inadaptados la inmadurez y la inseguridad.
Estas consecuencias también suelen comprobarse fácilmente en la escuela, ya que estos alumnos aunque pueden poseer una inteligencia normal están afectados por un desajuste personal que en muchos casos provoca conductas agresivas, incapacidad para estrechar lazos afectivos, inseguridad, conflictos familiares y choques con el entorno, fracaso escolar, etc.
GARRIDO GENOVÉS (1990) señala como características los trastornos de conducta (formas abusivas de relación como echar la culpa a otros y fantochear), hiperactividad y déficit de atención, deficiencias en el aprendizaje, en la lectura y en el rendimiento escolar, pobres habilidades de relación interpersonal y pobres habilidades cognitivas de solución de problemas interpersonales.
A estas características del sujeto hay que añadirle las propias de su familia: Una mala relación marital de sus padres, abusos de alcohol y conductas delictivas por parte de cualquiera de sus progenitores, ausencia del padre del hogar, prácticas de crianza basadas en el castigo y la inconsistencia, pobre supervisión del niño, familia numerosa y status social bajo.
AYERBE ECHEBERRÍA (1996a) señala que el hecho de que una persona sea considerada como normal o inadaptada depende de múltiples factores como los de:
- Contexto social. En una minoría marginal hay comportamientos que no se consideran inadaptados mientras que en otros grupos sociales sí que se considerarían como, por ejemplo, el absentismo escolar gitano.
-Base social que define el comportamiento inadaptado.
- Quién manifiesta el comportamiento. Influyen mucho las características personales del individuo.
- Cuáles son las consecuencias de dicho comportamiento y situación. Si conduce a un delito.
- A quién/qué afectan las acciones. La actitud social suele ser más benevolente hacia aquellas cuyo comportamiento no afecte a un estrato social alto.
- Quién se encarga de evaluar el comportamiento. Se juzga con más benevolencia a sujetos pertenecientes a nuestro grupo social, por ello es importante el grupo social de pertenencia del evaluador.
- Cuál es la distancia entre el contexto social de ambos y qué marco de referencia ha creado el propio sujeto.
Según este autor, para entender bien el concepto de inadaptación es necesario considerar, el menos, la mayoría de los aspectos que se citan a continuación:
- La permanencia o duración prolongada de unas relaciones defectuosas o inadecuadas o el riesgo de que se llegue a una situación de permanente insatisfacción o conflicto.
- Una inadecuada vivencia y/o utilización de los elementos subjetivos y del mundo circundante.
- Inadecuación y desequilibrio entre el concepto que tiene una de sí misma y la experiencia de su desenvolvimiento social.
- Consideración de la situación que vive la persona, tanto en aspectos objetivables (social, legal..) como en su dimensión subjetiva: Hechos, situaciones, procesos, experiencias intervinientes en el sujeta. A la larga, la inadaptación produce efectos psicológicos: Falta de recursos, cauces de comunicación inadecuados, percepción adecuada de sí misma y/o de la realidad, etc.
- Interacción entre vivencia personal de falta de valía y percepción social despreciativa y consecuente imposibilidad desempeño de un papel valioso.
- Falta de participación activa y constructiva, como sujeta social y portador de proyectos en el grupo social.
- Dificultades para vivir en sociedad. Incapacidad duradera y seria de vivir adecuadamente, sintiéndose desgraciada en la realidad física, económica, cultural reconociendo (y quizás luchando por superar sus limitaciones).
- Pertenencia y participación en un grupo que tenga finalidades alejadas de los patrones intelectuales, afectivos, relacionales o comportamentales, sin que posea alternativas constructivas en relación a la sociedad o a sí mismo.
- Ausencia de elementos materiales o inmateriales necesarios para que sea posible una participación social aceptable: Marginación económica, social, cultural, escolar, laboral (AYERBE ECHEBERRIA, 1991a, p. 44).
Siguiendo a AYERBE ECHEBERIA (1991) señalamos, a la luz de estas informaciones, varios tipos de definiciones con respecto al término inadaptación.
Definiciones centradas en la deficiencia:
Según esta vertiente, inadaptada sería aquella persona con algún déficit de salud, inteligencia o trastorno de afectividad, carácter o comportamiento, que le priva de insertase sin ayuda en el medio en que ha de vivir (RECIO, 1979).
«Inadaptado es el niño o el adolescente que, por la insuficiencia de sus aptitudes o por los desajustes de su conducta, se encuentra en dificultad o en prolongado conflicto con las circunstancias propias de su edad o de su ambiente» (J. L. Lang, 1962).
SÁNCHEZ MANZANO (1993, p. 270) compara el término inadaptación con el de anormalidad y señala que este se refiere «al individuo o grupo de sujetos que se desvían de la norma».
Partiendo de la misma perspectiva, AJURIAGUERRA (1980) intenta delimitar el estudio de la inadaptación social a tres tipos diferentes: Las personalidades subnormales o inhabituales, los psicópatas y la personalidad antisocial.
Definiciones centradas en la especificidad humana:
«La patología de la personalidad parece tener alguna relación con el proceso de adaptación constructiva... es decir, la realización de sí mismo en el mundo. El hombre que fracasa en la realización de sus proyectos o que no tiene éxito en crear las condiciones que responden a la concepción que se hace de sí mismo puede, por ello, perder el contacto y la interacción normal con el medio» (J. Nuttin, 1980).
Se consideran a las personas con capacidad de realizar proyectos, por tanto se pueden producir dos formas básicas de inadaptación:
- Inadaptación psíquica para pasar de la fase de proyecto a la fase de realización.
- Imposibilidad de elaborar nuevos proyectos.
Este tipo de definiciones pueden dar lugar a modelos de intervención de prevalencia médica y dirección únicamente interpersonal, dejando de lado aspectos ecológicos de corrección de las injusticias sociales de protección de los servicios sociales de base, etc.
Definiciones centradas en la primacía del medio:
«Se trata de un niño cuyas aptitudes y eficiencia resultan suficientes, y de carácter normal, pero que está inmerso en un medio que no corresponde a sus necesidades corporales, afectivas, intelectuales o espirituales» (R. Lafon, 1979).
Esta perspectiva se puede enlazar con la noción de marginación ya que la misma puede entenderse como una falta de participación respecto a unos objetos sociales o unos derechos individuales. Tres son los elementos desde los que es posible hablar de marginación:
- Participación o ejercicio del conjunto de papeles que se le atribuye a un individuo o grupo en función de su pertenencia a cierto número de categorías socioculturalmente relevantes (edad, sexo, estado civil, ocupación...)
- Esquema normativo o conjunto de valores y normas que definen las áreas legítimas, esperadas o toleradas de participación.
- Los recursos objetivos, los elementos materiales o inmateriales necesarios para que la participación sea efectiva y ausencia de trabas que impiden el acceso al uso de los mismos recursos (Escamez, 1985).
Otra definición es la de M. De Maistre (1984): «Un inadaptado aparece en principio, como un individuo que no responde a las exigencias que la sociedad le plantea. Lejos de considerar nuestra sociedad como perfecta, diremos que la inadaptación a que nos referimos impide al individuo integrarse en la sociedad de modo que pueda ser reconocido como valioso y desempeñar un papel en la evolución. Para transformar la sociedad hay que integrarse previamente en ella, por imperfecta que sea». Según esta perspectiva, toda inadaptación procede de causas fundamentalmente sociales. Considera a la sociedad como punto de referencia fundamental para todas los individuos. Un inadaptado sería en principio, la persona que no responde a las exigencias que la sociedad le plantea. Su inadaptación le impide integrarse en la sociedad de forma que, ni se le reconoce como valioso, ni desempeña un papel en su evolución.
Definiciones centradas en la interacción sujeto-medio:
En estas definiciones prima la relación que se establece entre el sujeto y el medio y se considera que el sujeto y el grupo social interpretan la situación y le «asignan» un significado.
«Existe inadaptación cuando las exigencias individuales de los individuos que varían mucho según las épocas y que dependen en gran parte del nivel general de la colectividad, no son satisfechas» (M. Lobrot, 1972).
En relación con esta idea, la inadaptación surge cuando el nivel de exigencias individuales es muy alto (las aspiraciones y necesidades del individuo sobrepasan las posibilidades «normales» o sus propias capacidades); y se manifiesta cuando la sociedad no se adapta a las exigencias del individuo ya sea porque el nivel de exigencias de este sea demasiado elevado, porque la sociedad adopta una actitud hostil o agresiva hacia él o no dispone de los medios para satisfacer sus exigencias.
HACIA UNA NOCIÓN DE INADAPTACIÓN
Es preciso previamente reflexionar sobre las definiciones expuestas hasta el momento, en cuanto a que nos dan una noción de inadaptación errónea o mal definida. Una sobrevaloración de los condicionamientos biológicos o personales minusvalora a la persona. Toda desviación ha de ser diagnosticada y tratada teniendo en cuenta tanto a la persona como al entorno social. Es necesario hacer hincapié sobre los problemas sociales que condicionan los problemas familiares y personales que motivan las conductas agresivas, etc. Los conceptos de adaptación e inadaptación no implican un nexo que una al sujeto con su medio, tampoco con un handicap, perturbación o desequilibrio (Lang, 1974 y Perron, 1973).
Podemos decir, a la luz de las anteriores definiciones, que la inadaptación supone apartarse de las normas del grupo y de las estructuras de la sociedad en la cual se vive por distintas razones.
Pero, ¿Por qué los individuos se apartan de las normas del grupo?.
GONZÁLEZ (1996, p. 21) analiza las causas de la desadaptación y del enfrentamiento del individuo con la sociedad y expone la perspectiva de varios autores a lo largo de la historia. Señala que a la hora de comprender el desarrollo de conductas disociales, desviadas o conflictivas, casi todos los autores señalan o hacen referencia a la no aceptación, «entendiendo que cuando el individuo se siente rechazado experimenta un estado de angustia como reacción a tales situaciones y se siente desamparado».
MARTÍNEZ ROIG y PAUL OCHOTORENA nos ofrecen una posible respuesta, con respecto a los menores:
«La inadaptación social del menor se produce cuando determinados valores que se desean (éxito, posición social, nivel de consumo, etc, y hasta bienes elementales para la supervivencia) no se pueden alcanzar de un modo legítimo con los medios y recursos de que dispone el menor» (1993, p. 27).
Las consecuencias de estas situaciones según MARTÍNEZ SÁNCHEZ (1991, p. 121) son la circularidad, y como consecuencia la incontrolabilidad del medio y el «desamparo aprendido». Todo ello produce una serie de déficits tanto en el ámbito cognitivo como en el actitudinal y motivacional (autoconcepto, autoestima y autorrespeto). A su vez, señala como características básicas de los niños inadaptados la inmadurez y la inseguridad.
Estas consecuencias también suelen comprobarse fácilmente en la escuela, ya que estos alumnos aunque pueden poseer una inteligencia normal están afectados por un desajuste personal que en muchos casos provoca conductas agresivas, incapacidad para estrechar lazos afectivos, inseguridad, conflictos familiares y choques con el entorno, fracaso escolar, etc.
GARRIDO GENOVÉS (1990) señala como características los trastornos de conducta (formas abusivas de relación como echar la culpa a otros y fantochear), hiperactividad y déficit de atención, deficiencias en el aprendizaje, en la lectura y en el rendimiento escolar, pobres habilidades de relación interpersonal y pobres habilidades cognitivas de solución de problemas interpersonales.
A estas características del sujeto hay que añadirle las propias de su familia: Una mala relación marital de sus padres, abusos de alcohol y conductas delictivas por parte de cualquiera de sus progenitores, ausencia del padre del hogar, prácticas de crianza basadas en el castigo y la inconsistencia, pobre supervisión del niño, familia numerosa y status social bajo.
AYERBE ECHEBERRÍA (1996a) señala que el hecho de que una persona sea considerada como normal o inadaptada depende de múltiples factores como los de:
- Contexto social. En una minoría marginal hay comportamientos que no se consideran inadaptados mientras que en otros grupos sociales sí que se considerarían como, por ejemplo, el absentismo escolar gitano.
-Base social que define el comportamiento inadaptado.
- Quién manifiesta el comportamiento. Influyen mucho las características personales del individuo.
- Cuáles son las consecuencias de dicho comportamiento y situación. Si conduce a un delito.
- A quién/qué afectan las acciones. La actitud social suele ser más benevolente hacia aquellas cuyo comportamiento no afecte a un estrato social alto.
- Quién se encarga de evaluar el comportamiento. Se juzga con más benevolencia a sujetos pertenecientes a nuestro grupo social, por ello es importante el grupo social de pertenencia del evaluador.
- Cuál es la distancia entre el contexto social de ambos y qué marco de referencia ha creado el propio sujeto.
Según este autor, para entender bien el concepto de inadaptación es necesario considerar, el menos, la mayoría de los aspectos que se citan a continuación:
- La permanencia o duración prolongada de unas relaciones defectuosas o inadecuadas o el riesgo de que se llegue a una situación de permanente insatisfacción o conflicto.
- Una inadecuada vivencia y/o utilización de los elementos subjetivos y del mundo circundante.
- Inadecuación y desequilibrio entre el concepto que tiene una de sí misma y la experiencia de su desenvolvimiento social.
- Consideración de la situación que vive la persona, tanto en aspectos objetivables (social, legal..) como en su dimensión subjetiva: Hechos, situaciones, procesos, experiencias intervinientes en el sujeta. A la larga, la inadaptación produce efectos psicológicos: Falta de recursos, cauces de comunicación inadecuados, percepción adecuada de sí misma y/o de la realidad, etc.
- Interacción entre vivencia personal de falta de valía y percepción social despreciativa y consecuente imposibilidad desempeño de un papel valioso.
- Falta de participación activa y constructiva, como sujeta social y portador de proyectos en el grupo social.
- Dificultades para vivir en sociedad. Incapacidad duradera y seria de vivir adecuadamente, sintiéndose desgraciada en la realidad física, económica, cultural reconociendo (y quizás luchando por superar sus limitaciones).
- Pertenencia y participación en un grupo que tenga finalidades alejadas de los patrones intelectuales, afectivos, relacionales o comportamentales, sin que posea alternativas constructivas en relación a la sociedad o a sí mismo.
- Ausencia de elementos materiales o inmateriales necesarios para que sea posible una participación social aceptable: Marginación económica, social, cultural, escolar, laboral (AYERBE ECHEBERRIA, 1991a, p. 44).
MODELOS DE INTERVENCIÓN CON INADAPTADOS SOCIALES
En este apartado trataremos el estudio de los modelos de intervención social presentes en la actuación con inadaptados sociales: Modelo represivo, médico y pedagógico, entre otros. Los modelos sociales, en general, han tenido una fuerte impregnación de diversas disciplinas que tratan desde sus planteamientos el fenómeno de la inadaptación.
Antes de comenzar su descripción y siguiendo a AYERBE ECHEBERRÍA (1991b, p. 48); es preciso considerar:
- El eje histórico: Desde el modelo represivo al modelo de reintegración ha existido una secuencia histórica. Ello no determina que un modelo que ha tenido preeminencia en una época pasada se haya extinguido en la época actual.
- El eje profesional: Dependiendo del modelo podemos observar los apartados profesionales que intervienen predominantemente. Por ejemplo, en el modelo represivo, los profesionales del derecho tienen predominio frente a otros.
Un modelo pedagógico de intervención ha de tener en cuenta primero, la inclusión de otras aportaciones como las de la criminológica, aportaciones médicas, comunitarias, etc. y en segundo lugar, que los modelos anteriores (históricos) se centran en los sujetos en conflicto social, sin tener en cuenta a los sujetos en peligro (maltrato, abandono… ). Además, dicho modelo debe integrar aspectos de prevención y tratamiento.
Teniendo en cuenta estas ideas vamos a continuación a realizar un rastreo sobre los modelos que se han utilizado por el estudio de la inadaptación social.
Para llevar a cabo una intervención socio-educativa en el ámbito de la inadaptación social, se diseñan modelos que según BELDA (1991) tienen una doble finalidad:
- Facilitar situaciones que ayuden a estructurar la personalidad del individuo, potenciando su autonomía e incrementando el nivel de competencias que pueda desarrollar en la sociedad.
- Corregir y/o mejorar las condiciones respecto a su entorno social.
Podemos constatar, según VEGA (1991, p. 38) diferentes etapas que han configurado distintos modelos de intervención:
- Etapa Represiva: El individuo que no se adapta a las normas o costumbres es encerrado. Aquí se situaría el modelo represivo.
- Etapa de beneficencia: Surge la necesidad de ayuda más que de castigo. Primero personas voluntarias asumen esta tarea después lo hacen las instituciones. Aquí se situarían los modelos de protección.
- Etapa terapéutica: El avance de las Ciencias de la Educación lleva consigo un mayor conocimiento del inadaptado y, por lo tanto, surgen programas científicos de intervención educativa. Aquí se situarían los modelos educativos.
- Etapa crítica: Se toma conciencia de que no sólo es necesario intervenir solo el individuo inadaptado, sino sobre toda la sociedad. Aquí se situarían los modelos comunitarios.
Una vez analizado los contextos que han configurado los distintos modelos, pasamos a detallar estos, siguiendo a AYERBE ECHEBERRÍA (1991b, 1996a).
Modelo represivo o clásico:
Según este autor se trata de un modelo, esencialmente, autoritario y coercitivo. Los rasgos que lo distinguen históricamente son: vigilancia constante, intensa aplicación de castigos corporales, etc.
En épocas modernas esta forma represiva ha recibido el nombre de tratamiento institucional. Dicho tratamiento institucional ha recibido numerosas críticas. Según AYERBE ECHEBERRÍA (1991b) las más importantes son:
- Constantes en la estructura y funcionamiento interno, es decir, jerarquización, rigidez en al normativa, horarios, programas, defensa contra riesgos y cambios, anonimato del individuo debido a la masificación, inadecuación arquitectónica, psicologicismo individualista olvidando las referencias contextuales, etc.
- Instrumentos de trabajo institucional: Coerción, miedo, celdas de castigo, amenazas, etc. Mecanismos de integración: Persuasión, consejo, chantaje afectivo adoctrinamiento; Mecanismos de control: Uniformización de la vida, etc. Exclusión: Traslados, castigos…
- Problemas de funcionamiento: Almacenamiento de sujetos con diversas inadaptaciones en un mismo centro. Falta de personal especializado. El personal educador posee escasa formación cultural, baja cualificación profesional, escasa retribución económica y a su vez una excesiva rotación del personal. Falta de coordinación entre educadores y otros profesionales.
- Basándose en los supuestos de que el delincuente actúa por propia voluntad, por causas racionales y buscando un beneficio; el castigo penal necesario para defender el contrato social, debe procurar al delincuente un dolor, por medio del castigo, mayor que el placer que obtiene derivado del delito. Fueron los pensadores ilustrados de la escuela clásica los primeros en defender que el castigo debía ser proporcional al daño cometido. Este modelo, por medio de la retribución y del escarmiento, busca devolver el mal causado el inadaptado a la sociedad e intimidar a los demás para que no tengan deseos de infringir las normas.
En este apartado trataremos el estudio de los modelos de intervención social presentes en la actuación con inadaptados sociales: Modelo represivo, médico y pedagógico, entre otros. Los modelos sociales, en general, han tenido una fuerte impregnación de diversas disciplinas que tratan desde sus planteamientos el fenómeno de la inadaptación.
Antes de comenzar su descripción y siguiendo a AYERBE ECHEBERRÍA (1991b, p. 48); es preciso considerar:
- El eje histórico: Desde el modelo represivo al modelo de reintegración ha existido una secuencia histórica. Ello no determina que un modelo que ha tenido preeminencia en una época pasada se haya extinguido en la época actual.
- El eje profesional: Dependiendo del modelo podemos observar los apartados profesionales que intervienen predominantemente. Por ejemplo, en el modelo represivo, los profesionales del derecho tienen predominio frente a otros.
Un modelo pedagógico de intervención ha de tener en cuenta primero, la inclusión de otras aportaciones como las de la criminológica, aportaciones médicas, comunitarias, etc. y en segundo lugar, que los modelos anteriores (históricos) se centran en los sujetos en conflicto social, sin tener en cuenta a los sujetos en peligro (maltrato, abandono… ). Además, dicho modelo debe integrar aspectos de prevención y tratamiento.
Teniendo en cuenta estas ideas vamos a continuación a realizar un rastreo sobre los modelos que se han utilizado por el estudio de la inadaptación social.
Para llevar a cabo una intervención socio-educativa en el ámbito de la inadaptación social, se diseñan modelos que según BELDA (1991) tienen una doble finalidad:
- Facilitar situaciones que ayuden a estructurar la personalidad del individuo, potenciando su autonomía e incrementando el nivel de competencias que pueda desarrollar en la sociedad.
- Corregir y/o mejorar las condiciones respecto a su entorno social.
Podemos constatar, según VEGA (1991, p. 38) diferentes etapas que han configurado distintos modelos de intervención:
- Etapa Represiva: El individuo que no se adapta a las normas o costumbres es encerrado. Aquí se situaría el modelo represivo.
- Etapa de beneficencia: Surge la necesidad de ayuda más que de castigo. Primero personas voluntarias asumen esta tarea después lo hacen las instituciones. Aquí se situarían los modelos de protección.
- Etapa terapéutica: El avance de las Ciencias de la Educación lleva consigo un mayor conocimiento del inadaptado y, por lo tanto, surgen programas científicos de intervención educativa. Aquí se situarían los modelos educativos.
- Etapa crítica: Se toma conciencia de que no sólo es necesario intervenir solo el individuo inadaptado, sino sobre toda la sociedad. Aquí se situarían los modelos comunitarios.
Una vez analizado los contextos que han configurado los distintos modelos, pasamos a detallar estos, siguiendo a AYERBE ECHEBERRÍA (1991b, 1996a).
Modelo represivo o clásico:
Según este autor se trata de un modelo, esencialmente, autoritario y coercitivo. Los rasgos que lo distinguen históricamente son: vigilancia constante, intensa aplicación de castigos corporales, etc.
En épocas modernas esta forma represiva ha recibido el nombre de tratamiento institucional. Dicho tratamiento institucional ha recibido numerosas críticas. Según AYERBE ECHEBERRÍA (1991b) las más importantes son:
- Constantes en la estructura y funcionamiento interno, es decir, jerarquización, rigidez en al normativa, horarios, programas, defensa contra riesgos y cambios, anonimato del individuo debido a la masificación, inadecuación arquitectónica, psicologicismo individualista olvidando las referencias contextuales, etc.
- Instrumentos de trabajo institucional: Coerción, miedo, celdas de castigo, amenazas, etc. Mecanismos de integración: Persuasión, consejo, chantaje afectivo adoctrinamiento; Mecanismos de control: Uniformización de la vida, etc. Exclusión: Traslados, castigos…
- Problemas de funcionamiento: Almacenamiento de sujetos con diversas inadaptaciones en un mismo centro. Falta de personal especializado. El personal educador posee escasa formación cultural, baja cualificación profesional, escasa retribución económica y a su vez una excesiva rotación del personal. Falta de coordinación entre educadores y otros profesionales.
- Basándose en los supuestos de que el delincuente actúa por propia voluntad, por causas racionales y buscando un beneficio; el castigo penal necesario para defender el contrato social, debe procurar al delincuente un dolor, por medio del castigo, mayor que el placer que obtiene derivado del delito. Fueron los pensadores ilustrados de la escuela clásica los primeros en defender que el castigo debía ser proporcional al daño cometido. Este modelo, por medio de la retribución y del escarmiento, busca devolver el mal causado el inadaptado a la sociedad e intimidar a los demás para que no tengan deseos de infringir las normas.
Modelo médico o curativo:
Este modelo se integra dentro de lo que se ha denominado modelo de rehabilitación. Su finalidad es recuperar socialmente (rehabilitar al inadaptado). Este modelo de intervención sitúa el núcleo de la misma en el individuo, sostiene que las «perturbaciones» son inherentes al sujeto.
Garrido GENOVÉS (1987, p 110) describe este modelo de la siguiente manera: Los seguidores de este modelo entienden que el delito es causado por un factor o factores que pueden ser identificados, aislados, tratados o eliminados. De ahí que los delincuentes sean considerados como enfermos necesitados de tratamiento por personas expertas (psicólogos, psiquiatras, etc). El castigo sólo empeora el problema, ya que el delincuente se ve arrastrado a realizar conductas ilegales debido a problemas emocionales. Entendemos que aunque Garrido GENOVÉS se haya basado en la delincuencia para explicar el modelo médico, su análisis del mismo puede aplicarse a la problemática general de la inadaptación.
El modelo médico de la inadaptación considera la conducta inadaptada como «patológica», la cual se clasifica a partir de «síntomas», clasificación que recibe el nombre de diagnóstico. Los procedimientos destinados a cambiar el comportamiento se llaman «terapias» y son administradas a pacientes en centros terapéuticos.
Coincidimos con AYERBE ECHEBERRÍA (1991b), al considerar que el modelo médico produjo adelantos significativos en al intervención humanitaria en comparación con otras intervenciones derivadas de interpretaciones como las de: Posesión diabólica, perversión moral, etc. Sin embargo no tiene suficientemente en cuenta criterios interaccionistas en la fuente de la inadaptación, ese modelo infravalora los aspectos sociales, educativo, familiar, etc.
La consideración de los individuos como perturbados o no perturbados, normales o sanos, implica juicios de valor emitidos en función de variables sociales y culturales y de predisposiciones personales según la instrucción la experiencia personal y la orientación teórica de quien hace juicio.
El modelo médico de intervención con inadaptados sociales ignora el papel de las instituciones y estructuras sociales como posibles fuentes de la inadaptación, centrando el problema exclusivamente en el individuo.
Entre las implicaciones prácticas del modelo médico encontramos la hospitalización de los inadaptados sociales, apartándolos de su ambiente. Este modelo considera indispensable ser un modelo de tratamiento, cuyos apartados más importantes son:
- La estrategia frecuentemente empleada por este modelo es la psicoterapia.
- La categorización según el tipo de inadaptación.
- Con ello se corre el riesgo de ser clasificado definitivamente.
Modelo comunitario:
Esta perspectiva pretende que la inadaptación sea tratada mediante programas comunitarios y reserva el internamiento para casos de peligrosidad para la comunidad. Rechaza un planteamiento exclusivamente médico o clínico, la conducta delictiva no es un problema de terapia médica sino educativa. Cuando la persona ha interiorizado otras alternativas conductuales se facilita su plena reincorporación a la comunidad; el apoyo social es, por tanto, esencial.
Para esta perspectiva es preciso poner el acento en las estrategias preventivas en lugar de ceñirse a la reparación; lo ideal sería evitar que surgiesen actitudes y conductas antisociales o, al menos, evitar que se consoliden como pautas comportamentales del individuo.
Los procesos reeducativos deberán ser llevados a cabo por profesionales especializados que prepararán a aquellas personas que desempeñan un papel importante en el ambiente del individuo para que lo acompañen y ayuden en las actitudes y conductas prosociales.
La escuela de Chicago tuvo un papel importante en al aparición de los programas de tipo comunitario, sus investigadores comprobaron que existía una relación directa entre las condiciones existentes las comunidades locales las ciudades que estudiaron las diferentes tasas de delincuencia y criminalidad.
El modelo comunitario actúa en el ambiente natural del sujeto siguiendo un planteamiento puramente ecológico y enfatizando las relaciones entre personas y ambiente físico y social.
No existe una única propuesta que sea válida para todas las comunidades, sino que deben adaptarse a sus necesidades específicas.
Las acciones y programas comunitarios están estrechamente unidos a la idea de reintegración social. El delincuente es ubicado en la comunidad bajo supervisión; esta ubicación pasa por gran variedad de alternativas al internamiento en centros cerrados. De esta manera se pretende que una parte de la responsabilidad de la reinserción de el joven pase de los organismos dependientes de la administración de justicia (prisiones, centros de reforma cerrada) a los propios núcleos comunitarios primarios (familias, vecinos …) y secundarios (escuelas, servicios comunitarios…) por los hallazgos y aportaciones de otras personas.
Este modelo se integra dentro de lo que se ha denominado modelo de rehabilitación. Su finalidad es recuperar socialmente (rehabilitar al inadaptado). Este modelo de intervención sitúa el núcleo de la misma en el individuo, sostiene que las «perturbaciones» son inherentes al sujeto.
Garrido GENOVÉS (1987, p 110) describe este modelo de la siguiente manera: Los seguidores de este modelo entienden que el delito es causado por un factor o factores que pueden ser identificados, aislados, tratados o eliminados. De ahí que los delincuentes sean considerados como enfermos necesitados de tratamiento por personas expertas (psicólogos, psiquiatras, etc). El castigo sólo empeora el problema, ya que el delincuente se ve arrastrado a realizar conductas ilegales debido a problemas emocionales. Entendemos que aunque Garrido GENOVÉS se haya basado en la delincuencia para explicar el modelo médico, su análisis del mismo puede aplicarse a la problemática general de la inadaptación.
El modelo médico de la inadaptación considera la conducta inadaptada como «patológica», la cual se clasifica a partir de «síntomas», clasificación que recibe el nombre de diagnóstico. Los procedimientos destinados a cambiar el comportamiento se llaman «terapias» y son administradas a pacientes en centros terapéuticos.
Coincidimos con AYERBE ECHEBERRÍA (1991b), al considerar que el modelo médico produjo adelantos significativos en al intervención humanitaria en comparación con otras intervenciones derivadas de interpretaciones como las de: Posesión diabólica, perversión moral, etc. Sin embargo no tiene suficientemente en cuenta criterios interaccionistas en la fuente de la inadaptación, ese modelo infravalora los aspectos sociales, educativo, familiar, etc.
La consideración de los individuos como perturbados o no perturbados, normales o sanos, implica juicios de valor emitidos en función de variables sociales y culturales y de predisposiciones personales según la instrucción la experiencia personal y la orientación teórica de quien hace juicio.
El modelo médico de intervención con inadaptados sociales ignora el papel de las instituciones y estructuras sociales como posibles fuentes de la inadaptación, centrando el problema exclusivamente en el individuo.
Entre las implicaciones prácticas del modelo médico encontramos la hospitalización de los inadaptados sociales, apartándolos de su ambiente. Este modelo considera indispensable ser un modelo de tratamiento, cuyos apartados más importantes son:
- La estrategia frecuentemente empleada por este modelo es la psicoterapia.
- La categorización según el tipo de inadaptación.
- Con ello se corre el riesgo de ser clasificado definitivamente.
Modelo comunitario:
Esta perspectiva pretende que la inadaptación sea tratada mediante programas comunitarios y reserva el internamiento para casos de peligrosidad para la comunidad. Rechaza un planteamiento exclusivamente médico o clínico, la conducta delictiva no es un problema de terapia médica sino educativa. Cuando la persona ha interiorizado otras alternativas conductuales se facilita su plena reincorporación a la comunidad; el apoyo social es, por tanto, esencial.
Para esta perspectiva es preciso poner el acento en las estrategias preventivas en lugar de ceñirse a la reparación; lo ideal sería evitar que surgiesen actitudes y conductas antisociales o, al menos, evitar que se consoliden como pautas comportamentales del individuo.
Los procesos reeducativos deberán ser llevados a cabo por profesionales especializados que prepararán a aquellas personas que desempeñan un papel importante en el ambiente del individuo para que lo acompañen y ayuden en las actitudes y conductas prosociales.
La escuela de Chicago tuvo un papel importante en al aparición de los programas de tipo comunitario, sus investigadores comprobaron que existía una relación directa entre las condiciones existentes las comunidades locales las ciudades que estudiaron las diferentes tasas de delincuencia y criminalidad.
El modelo comunitario actúa en el ambiente natural del sujeto siguiendo un planteamiento puramente ecológico y enfatizando las relaciones entre personas y ambiente físico y social.
No existe una única propuesta que sea válida para todas las comunidades, sino que deben adaptarse a sus necesidades específicas.
Las acciones y programas comunitarios están estrechamente unidos a la idea de reintegración social. El delincuente es ubicado en la comunidad bajo supervisión; esta ubicación pasa por gran variedad de alternativas al internamiento en centros cerrados. De esta manera se pretende que una parte de la responsabilidad de la reinserción de el joven pase de los organismos dependientes de la administración de justicia (prisiones, centros de reforma cerrada) a los propios núcleos comunitarios primarios (familias, vecinos …) y secundarios (escuelas, servicios comunitarios…) por los hallazgos y aportaciones de otras personas.
APROXIMACIÓN AL CONCEPTO DE MARGINACIÓN SOCIAL
Definir la marginación se hace difícil si nos paramos a reflexionar sobre las circunstancias personales de cada uno, tal vez todos, de una u otra forma, seamos marginados. La marginación es un concepto abstracto que se deriva del concepto de marginado en un contexto social, «personas que están al margen de la sociedad», bien por propia voluntad bien porque son excluidos por diferentes motivos como edad, sexo, raza, cultura, religión... Es la situación de aislamiento y exclusión de un grupo en un sistema social, que no participa ni goza de los privilegios de los demás miembros de una sociedad, constituyendo una situación de inferioridad social y de disminución de los bienes sociales: economía, cultura, educación, trabajo, desarrollo intelectual y psicológico, salud, lengua...
Seria el proceso por el que una sociedad rechaza a unos determinados individuos, desde la simple indiferencia hasta la represión y reclusión. También se da el caso de quienes, por no concordar con los valores y normas de una determinada sociedad, se automarginan.
Marginación social: Atributo de personas o grupos con pautas y valores no coincidentes con las normas imperantes, lo que hace que sean restringidos, perturbados, discriminados y etiquetados como «diferentes» por quienes tienen el poder de definición, rotulación y ejecución. Ejemplos: Grupos étnicos, inmigrantes, indígenas, disidentes políticos, etc. (Pérez Pinzón, Alvaro O. Diccionario de Criminología. Ediciones Librería del Profesional: Colombia, 1988.)
La marginación social es un proceso, no una condición. Por lo tanto sus fronteras cambian, y quién es excluido o incluido puede variar con el tiempo, dependiendo de la educación, las características demográficas, los prejuicios sociales, las practicas empresariales, las políticas públicas...
Se podría definir como marginal con respecto a un grupo a todo individuo que de una u otra forma, por algún motivo, y en algún área, se encuentra situado al margen de la «normalidad» de ese grupo. La situación de marginación social engloba la situación de aquellas personas o grupos sociales al margen de la sociedad por su condición geográfica (inmigrantes), física/psíquica (diminuídos), edad (ancianos), etnia, raza o cultura (gitanos, inmigrantes), de su región, sexo, condición económica...
La marginación social a nivel estructural es el resultado de la existencia de una desigualdad en la distribución de los bienes producidos sean materiales o culturales.
El concepto de marginación exige:
- La referencia de un grupo determinado (el grupo normativo) que tiene una características diferentes al suyo.
- El grupo normativo establece las normas y leyes que rigen la sociedad y establece las pautas de comportamiento que se van a considerar «normales».
- Al grupo normativo son comparados todos los demás y cuya conceptualización de marginados va a depender de la mayor o menor distancia con respecto a las características de este grupo normativo.
- Existencia de una carencia por parte del individuo con respecto al grupo normativo, no solo carencias cuantitativas sino también cualitativas. Por sus características personales o sociales son excluidos de la sociedad.
- La marginación es una situación que se encuentra el individuo por cuestiones individuales, grupales, físicas, sociales.
- El marginado no tiene porque comportarse de una manera desadaptada o inadaptada.
- No tiene porque implicar una conducta especifica.
Definir la marginación se hace difícil si nos paramos a reflexionar sobre las circunstancias personales de cada uno, tal vez todos, de una u otra forma, seamos marginados. La marginación es un concepto abstracto que se deriva del concepto de marginado en un contexto social, «personas que están al margen de la sociedad», bien por propia voluntad bien porque son excluidos por diferentes motivos como edad, sexo, raza, cultura, religión... Es la situación de aislamiento y exclusión de un grupo en un sistema social, que no participa ni goza de los privilegios de los demás miembros de una sociedad, constituyendo una situación de inferioridad social y de disminución de los bienes sociales: economía, cultura, educación, trabajo, desarrollo intelectual y psicológico, salud, lengua...
Seria el proceso por el que una sociedad rechaza a unos determinados individuos, desde la simple indiferencia hasta la represión y reclusión. También se da el caso de quienes, por no concordar con los valores y normas de una determinada sociedad, se automarginan.
Marginación social: Atributo de personas o grupos con pautas y valores no coincidentes con las normas imperantes, lo que hace que sean restringidos, perturbados, discriminados y etiquetados como «diferentes» por quienes tienen el poder de definición, rotulación y ejecución. Ejemplos: Grupos étnicos, inmigrantes, indígenas, disidentes políticos, etc. (Pérez Pinzón, Alvaro O. Diccionario de Criminología. Ediciones Librería del Profesional: Colombia, 1988.)
La marginación social es un proceso, no una condición. Por lo tanto sus fronteras cambian, y quién es excluido o incluido puede variar con el tiempo, dependiendo de la educación, las características demográficas, los prejuicios sociales, las practicas empresariales, las políticas públicas...
Se podría definir como marginal con respecto a un grupo a todo individuo que de una u otra forma, por algún motivo, y en algún área, se encuentra situado al margen de la «normalidad» de ese grupo. La situación de marginación social engloba la situación de aquellas personas o grupos sociales al margen de la sociedad por su condición geográfica (inmigrantes), física/psíquica (diminuídos), edad (ancianos), etnia, raza o cultura (gitanos, inmigrantes), de su región, sexo, condición económica...
La marginación social a nivel estructural es el resultado de la existencia de una desigualdad en la distribución de los bienes producidos sean materiales o culturales.
El concepto de marginación exige:
- La referencia de un grupo determinado (el grupo normativo) que tiene una características diferentes al suyo.
- El grupo normativo establece las normas y leyes que rigen la sociedad y establece las pautas de comportamiento que se van a considerar «normales».
- Al grupo normativo son comparados todos los demás y cuya conceptualización de marginados va a depender de la mayor o menor distancia con respecto a las características de este grupo normativo.
- Existencia de una carencia por parte del individuo con respecto al grupo normativo, no solo carencias cuantitativas sino también cualitativas. Por sus características personales o sociales son excluidos de la sociedad.
- La marginación es una situación que se encuentra el individuo por cuestiones individuales, grupales, físicas, sociales.
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- No tiene porque implicar una conducta especifica.
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Objetivos:
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adolescentes en conflicto o riesgo social y su proceso de progreso a la vida
adulta, con el apoyo de los textos y actividades que se proponen a lo largo del
Curso.
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Sistematizar los conocimientos adquiridos y ser capaz de explicitar y
transmitir adecuadamente las aportaciones, procesos y posibilidades de
intervención socioeducativa en este ámbito.
-
Conocer estrategias de intervención socioeducativa con adolescentes y jóvenes
en riesgo
-
Reflexionar sobre el rol, las actitudes y habilidades que cualquier educador o
agente social que intervenga con adolescentes y jóvenes en situación de riesgo
tiene que alcanzar, así como los distintos tipos y áreas de intervención a
tener en cuenta.
-
Comprender los factores asociados a riesgo social en adolescentes; conocer los
trastornos del comportamiento más frecuentes en adolescentes; y conocer las
técnicas de intervención socioeducativa más apropiadas.
-
Conocer técnicas de intervención con adolescentes y aplicarlas a diferentes
ámbitos.
La infancia y la adolescencia en riesgo es un colectivo en
aumento debido a las nuevas problemáticas sociales que se combinan con las
características personales. Al perfil del menor sujeto a protección, tenemos
que añadir a los adolescentes con problemas con la justicia y otras características
especificas que se están erigiendo como nuevas problemáticas en este campo: violencia,
conflictos integeneracionales, acoso escolar, inicio temprano en el consumo de
drogas...
Los profesionales de distintos campos de la intervención
social con este colectivo, así como todas las personas que desean dedicarse
profesionalmente a esta área de intervención social, necesitan de un espacio de
intercambio de experiencias, conocimiento y evaluación del trabajo, para
enfrentar los nuevos desafíos que nacen de la aproximación a las nuevas
problemáticas que se están revelando en ciertos adolescentes.
Pretendemos con este Curso una aproximación directa y
crítica a la realidad y a la práctica de la intervención con adolescentes en el
campo de la marginación y la exclusión social. Ejemplos y casos prácticos de
esta problemática con pistas para la intervención socioeducativa.
Partiendo de la experiencia educativa con jóvenes en
riesgo social y de la situación que viven en ambientes familiares
desestructurados o en el mundo deteriorado de la calle, se retrata a los
adolescentes y a sus familias multiproblemáticas, con descripciones de la
interacción educativa entre los educadores y educandos, ya sea desde un Centro
de Acogida para adolescentes o en el trabajo de calle.
Completamos el Curso con referentes para educadores en su
praxis cotidiana: fundamentación, metodología y buenas prácticas para incidir
sobre este colectivo.
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¿Por
qué una persona se convierte en líder?: Respecto de qué es lo que hace a una
persona líder ha habido muchos enfoques a lo largo del tiempo. Vamos a ver
algunos enfoques que intentan responder a esta cuestión: * Enfoque
sustanciales: Teoría de los rasgos: Esta teoría fue el primer esfuerzo que se
realizó para tratar de entender el proceso del liderazgo, según ésta algunos
individuos ...
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